De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la economía de México sigue avanzando con constancia, lo cual estima que su resiliencia se trasladaría a la segunda mitad del año pese al actual escenario de presiones.
Y es que resalta que conforme a los primeros cinco meses del 2023, el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), realizado por el Inegi, reveló un crecimiento anual de 3.0 por ciento, en línea con los pronósticos del gobierno federal.
Dicho aumento superaría al resultado de igual periodo del 2022, de 1.7 por ciento, pero se quedaría por debajo del alza de 6.1 por ciento en el 2021; cabe destacar que este último dato fue producto de un efecto rebote por la caída de 9.0 por ciento en el lapso enero-mayo del 2020.
Así, descontando el incremento del 2021, la variación anual de 3.0 por ciento sería la mayor tasa desde los primeros cinco meses del 2015, cuando se presentó un ascenso de 3.1 por ciento.
Aunque se estima que las condiciones de restricción monetaria infligirán una mayor presión sobre el consumo, todavía no está claro que vayan a constituir un punto de inflexión severo.
Adicionalmente, añade que la posibilidad de que se materialicen nuevas inversiones en el contexto del nearshoring y de que sectores como el turístico o el exportador presenten mayor resiliencia, ofrece contrapesos importantes en la coyuntura.
Por lo anterior, mantiene su expectativa de que el Producto Interno Bruto (PIB) se incremente en 2.5 por ciento en todo el año.
Entre los factores de desaceleración que ha considerado el Inegi para el crecimiento del PIB en este presente año, es debido a tasas de interés más altas y a la pérdida de ritmo en la economía de Estados Unidos en el segundo semestre del año.
Sin embargo, igualmente refiere que México debería tener un desempeño superior al promedio de América Latina, y las previsiones se han actualizado desde principios de año.