Dentro de los productos de la canasta básica que el Gobierno federal estableció en un programa para controlar que sus precios no subieran mucho al consumidor, únicamente se logró disminuir el precio del limón, la cebolla y la manzana.
Por el contrario, los otros productos que incrementaron hasta en un 40 por ciento su precio durante el 2022 se encuentra la naranja.
Le siguen la papa con 35.5 por ciento de aumento, huevo con 25.6 por ciento, pasta para sopa 21 por ciento, aceites comestibles 20.9 por ciento, jabón de tocador 19.8 por ciento, pan de caja 19.3 por ciento, chiles frescos 17 por ciento, tortillas de maíz 16.6 por ciento y chuletas de cerdo 13.9 por ciento.
También en la lista aparecen la leche pasteurizada13.7 por ciento, papel higiénico 13.6 por ciento, azúcar 13.5 por ciento, pollo 8.7 por ciento, atún 7.5 por ciento, arroz 5.3 por ciento, frijol 5.2 por ciento, jitomate 4.9 por ciento y zanahoria 1.9 por ciento.
De esta forma, las familias mexicanas cerraron el 2022 con presiones en sus bolsillos por los elevados niveles inflacionarios, pese a la estrategia del Gobierno federal de estabilizar o bajar los precios de un grupo de productos de la canasta básica.
Conforme al último registro, durante diciembre del año pasado el Índice del Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC) creció 11.98 % respecto a igual mes del 2021.
Si bien este resultado fue el menor nivel en los últimos 13 meses, también significó registrar tasas de doble dígito al hilo desde noviembre del 2021.
Considerando solamente los cierres de cada año, la inflación anual del PACIC del 2022 fue la tercera más elevada en 24 años, detrás de 2021 (12.92 %) y del 2008 (12.78 %).
En comparación con el anuncio de la primera versión del plan antiinflacionario, da una inflación acumulada de 8.05 %, demostrando que tampoco el PACIC 2.0 ha dado los resultados esperados, más allá del efecto estacionario de diciembre en los precios.