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La Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores –un derecho constitucional en México que garantiza un apoyo económico bimestral de 6,200 pesos a los adultos mayores de 65 años o más–, en marzo de 2025 tendrá un cambio en los estados de Veracruz y Durango.
¿Por qué un pago doble? La razón detrás de este depósito adelantado es la veda electoral, un periodo en el que, por ley, está prohibido otorgar apoyos económicos provenientes de programas sociales.
Con elecciones estatales programadas para el 1 de junio, el gobierno decidió adelantar el pago correspondiente a los bimestres de marzo-abril y mayo-junio para cumplir con la normativa.
Mientras los adultos mayores de Veracruz y Durango reciben este bono extra, los beneficiarios del resto del país continuarán con el calendario regular de pagos.
Aunque el calendario oficial para marzo de 2025 aún no se ha publicado, se estima que los pagos comenzarán el 3 de marzo, distribuyéndose de manera escalonada según la primera letra del apellido.
Este sistema busca evitar aglomeraciones en las sucursales del Banco del Bienestar.
La Pensión para el Bienestar es un programa universal, lo que significa que todos los adultos mayores de 65 años residentes en México tienen derecho a este beneficio, sin importar su condición social, económica o ideología.
Los pagos se realizan a través de la tarjeta del Banco del Bienestar, que puede usarse como cualquier otra tarjeta bancaria.
Los beneficiarios no están obligados a retirar el dinero inmediatamente; los fondos permanecen en la cuenta hasta que sean utilizados.
Los interesados deberán presentar una identificación oficial vigente, un acta de nacimiento, la CURP y un comprobante de domicilio reciente en los módulos de atención habilitados.
Además del apoyo económico, el gobierno ha anunciado el programa Salud Casa por Casa, que comenzará a operar en febrero de 2025.
El programa ofrece consultas médicas a domicilio para adultos mayores, con visitas programadas una vez al mes o cada dos meses. Profesionales de la salud realizarán un seguimiento personalizado para atender las necesidades específicas de este sector de la población.
Para muchos adultos mayores, esta pensión no es solo un apoyo económico; es un reconocimiento a una vida de trabajo y esfuerzo. En un país donde la vejez puede ser sinónimo de abandono, programas como este representan un rayo de esperanza.