En este inicio de 2024, las dispersiones de la Pensión Bienestar han experimentado un significativo aumento del 25%, conforme a la orden presidencial de Andrés Manuel López Obrador.
El monto, ahora de 6 mil pesos bimestrales, ha colocado a los beneficiarios de la tercera edad en la mira de la delincuencia organizada, que busca aprovecharse de este incremento.
Por ello, la constante actualización y resguardo del NIP se convierten, así, en prácticas esenciales para el bienestar financiero de los beneficiarios.
Ante esta situación, surge una recomendación crucial para los usuarios de la Tarjeta Bienestar: el cambio periódico del Número de Identificación Personal (NIP) como medida preventiva contra posibles robos o estafas.
La modificación del NIP, compuesto por cuatro dígitos esenciales al realizar operaciones en cajeros automáticos, se presenta como una estrategia proactiva para salvaguardar la pensión de los adultos mayores. Este número, además de ser fundamental para el retiro de fondos, posibilita consultas y operaciones diversas, así como compras en establecimientos físicos, aumentando la relevancia de su resguardo.
Los expertos en finanzas subrayan la importancia de cambiar el NIP de la Tarjeta del Bienestar cada tres o seis meses, con el objetivo de reducir las posibilidades de exposición a la delincuencia.
La premisa es clara: este número debe permanecer en posesión exclusiva del titular, sin compartirse, incluso ante posibles solicitudes. La seguridad financiera de los adultos mayores radica en la confidencialidad de su NIP.
En el marco de estas recomendaciones para asegurar un NIP sólido en la Tarjeta del Bienestar, y cualquier otra tarjeta de crédito o débito, se destacan principios fundamentales.
La seguridad financiera se ha vuelto crucial y estas recomendaciones se presentan como herramientas indispensables para resguardar los recursos de los adultos mayores, garantizando que la Pensión Bienestar cumpla su propósito sin caer en manos equivocadas.