La resistencia del mercado doméstico apuntalada por las remesas, una inflación que desacelera y el efecto de mayores inversiones, son los factores detrás de la mejor previsión que tiene el organismo para México, explicó la Subdirección de Investigación Económica en el Fondo Monetrario Internacional.
El FMI elevó su pronóstico de crecimiento para la economía mexicana a 3.2 por ciento desde el 2.6 por ciento previsto por ellos mismos en julio.
La resistencia del mercado doméstico apuntalada por las remesas, una inflación que desacelera y el efecto de mayores inversiones públicas y privadas, son los factores detrás de este mejor panorama para México, refirió.
Se observa que México es uno de los “spotlights” en el panorama económico mundial de divergencias. Sin duda es de los países que se verán beneficiados por el nearshoring, un fenómeno que resulta de la fragmentación geoeconómica.
El brillo de la economía mexicana también se extenderá para el año entrante. Los expertos del FMI anticipan que la economía conseguirá un crecimiento de 2.1 por ciento que, si bien muestra una desaceleración que podría reflejar el impacto de una actividad más moderada en Estados Unidos, incorpora una corrección de seis décimas de punto respecto del pronóstico de julio.
Sin duda será determinante el impulso que planea otorgar el país con la política fiscal expansiva prevista para 2024 por las autoridades, señaló.