¿Cuáles son los requisitos de los contratos de prueba?; entérate

En México, el trabajo es más que una transacción comercial, es un derecho y un deber social. 

En esta ocasión, enfocaremos nuestra lupa en un aspecto particular de la ley laboral: los contratos de prueba. 

Estos contratos, regulados por el artículo 35 de la Ley Federal del Trabajo (LFT), son una herramienta comúnmente empleada por las empresas para evaluar las habilidades y responsabilidades de los nuevos empleados.

Los contratos de prueba son una práctica legal respaldada por la LFT. 

Permiten a las empresas observar el desempeño de un empleado y evaluar si cumple con los requisitos y conocimientos necesarios para el puesto de manera definitiva. 

Aunque estos periodos de prueba son legales, deben cumplir ciertas pautas.

Según el artículo 35 de la LFT, las relaciones laborales pueden ser por obra o tiempo determinado, por temporada o por tiempo indeterminado. 

Además, pueden estar sujetas a periodo de prueba o capacitación inicial. 

En ausencia de estipulaciones específicas, la relación se considera por tiempo indeterminado.

Es importante subrayar que estos periodos de prueba deben ser razonables. 

No se debe extender su duración más allá de lo necesario para evaluar las habilidades del trabajador. 

En la mayoría de los casos, estos contratos de prueba no deben superar los 30 días, aunque en situaciones excepcionales relacionadas con trabajos de orden administrativo, podrían extenderse hasta 180 días.

Los contratos de prueba son una herramienta legítima para evaluar el desempeño de los nuevos empleados. 

Sin embargo, es esencial que los trabajadores comprendan sus derechos y las limitaciones impuestas por la ley. 

El trabajo es un derecho, y la Ley Federal del Trabajo en México está ahí para protegerlo y garantizar relaciones laborales justas y equitativas.

La Ley Federal del Trabajo (LFT) garantiza que el trabajo no sea un mero artículo de comercio, sino un compromiso que exige respeto por las libertades y la dignidad de quienes lo ejercen. 

Además, busca reconocer las diferencias de género para garantizar igualdad ante la ley y asegurar condiciones que propicien una vida digna y saludable para los trabajadores y sus familias.

Es fundamental destacar que la LFT no solo protege los derechos de los trabajadores mientras están en activo, sino que también establece una serie de obligaciones para estos y los empleadores. 

El objetivo es que las relaciones laborales sean beneficiosas para ambas partes.