La inversión en construcción, maquinaria y demás bienes duraderos creció el año pasado a un nivel sin precedente, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). El avance fue de 19.7 por ciento, impulsado por la construcción no residencial, que incluye la obra pública. El consumo, otro pilar de la demanda nacional, también alcanzó un nuevo récord, al crecer 4.39 por ciento el año pasado, debido a una mayor compra de bienes importados.
Entre los componentes de la formación bruta de capital fijo (FBCF), la construcción creció 20.8 y el componente no residencial lo hizo en 39.2 por ciento. La inversión en maquinaria y equipo se incrementó 18.5 por ciento, sobre todo por la adquisición de bienes importados, como resultado de la apreciación del tipo de cambio.
El gasto que realizaron empresas, familias e individuos en México mostró un crecimiento de 4.4 por ciento en 2023 –impulsado principalmente por los bienes importados– y estableció un nuevo máximo histórico. En comparación con el nivel prepandemia, se expandió 7.9 por ciento.
El Inegi detalló que el consumo de bienes nacionales aumentó 1.7 por ciento respecto a 2022, pero la escalada se observó en los insumos importados, con un repunte de 20.4 por ciento anual. Es clara una sustitución del consumo de bienes nacionales por importados, destacó el área de análisis de Roga Capital.
El avance del consumo a lo largo de 2023 coincide con una tasa de desempleo que ronda mínimos históricos, mientras la inflación se aceleró en la recta final del año pasado.
Posteriormente, la expectativa de un menor crecimiento económico y del empleo, junto con niveles todavía algo elevados de inflación y tasas de interés, comenzarán a frenar el gasto; de ahí que al inicio del último trimestre de 2023 perdió impulso, comentó.