La economía de México continuó con fortaleza en el tercer trimestre del año, asombrando a los mercados al superar las expectativas ante un entorno adverso tanto local como externo.
De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Producto Interno Bruto (PIB) creció 0.91% a tasa trimestral en el periodo julio-septiembre del 2023.
Este resultado, además de superar la estimación de 0.8%, significó el mayor nivel en el último año para la economía de México, así como hilar ocho trimestres con alzas.
Por actividades, las tres mostraron aumentos: 3.16% en primarias pese a las condiciones de sequía, 1.37% en secundarias apoyadas por la construcción y 0.60% en terciarias, resistiendo la pérdida del poder adquisitivo.
Sin embargo, para Banorte el panorama parece más retador en el corto plazo, cuyas señales en lo que va del último trimestre del año son más adversas.
Uno de los mayores riesgos se deriva de la huelga de los trabajadores del sector automotriz en Estados Unidos, la cual ya acumula seis semanas.
Para los servicios, prevé que los principales retos provienen de la inflación, esperando mayores presiones en el rubro no subyacente durante los próximos meses.
Del lado positivo, se observa un impulso relevante de la construcción, tanto pública como privado.
Del primer punto destaca que el gobierno federal entregaría al menos 50 obras en marcha antes de que termine el sexenio, como el Tren Maya y otras obras relacionadas con el Corredor Transístmico.
Mientras de sector privado, resalta que anunciaron recientemente que ampliarán su cartera de productos para impulsar al sector inmobiliario industrial con el fin de aprovechar el nearshoring. A esto se suma que la Federación dará estímulos fiscales para 10 sectores estratégicos.