La huelga de la Asociación Internacional de Estibadores (ILA) en los puertos de la costa este y el golfo de Estados Unidos podría generar serias consecuencias para el comercio internacional de México, especialmente en el Puerto de Veracruz.
Estos puertos son clave para las líneas navieras que conectan rutas transatlánticas con Europa y otras partes del mundo.
La huelga obligará a las líneas marítimas a reorganizar sus rutas, lo que podría prolongar los tiempos de tránsito y aumentar las tarifas.
"Para el caso de las exportaciones, generalmente las rutas que salen del Puerto de Veracruz pasan por Houston, Nueva Orleans, Tampa y dan la vuelta hacia Charlestón o Savannah y lo que sucede es que, si los puertos no están trabajando las líneas navieras, tendrán que buscar rutas alternas y usar puertos pequeños en Estados Unidos que no tengan la afectación de las huelgas y eso implicará dos o tres días más de tránsitos marítimos".
Si los puertos estadounidenses continúan paralizados, es posible que las rutas de Europa del Norte y el Mediterráneo deban evitar los puertos en huelga, lo que generaría demoras, comentó Valencia.
Altamira, uno de los principales puertos mexicanos en el Golfo, podría convertirse en una alternativa temporal si la huelga se extiende a otros puertos clave como Houston, Nueva Orleans o Galveston.
El paro, que involucra a casi 50,000 trabajadores, afectará la distribución de productos esenciales como frutas, licores, muebles y automóviles europeos.
Además, ralentizará las exportaciones estadounidenses y complicará la entrega de piezas cruciales para las fábricas mexicanas.
Gilberto Ríos Ruiz, presidente de la Asociación de Terminales del Puerto de Veracruz, mencionó que aunque aún no es posible estimar el nivel total de afectación, los costos de los fletes ya están en aumento.