Las crecientes importaciones chinas en México han suscitado preocupación, con indicios de que una parte significativa de estos bienes se dirige hacia el mercado estadounidense a través de la triangulación comercial.
La otra mitad se centra en la expansión de la venta de vehículos chinos en México.
Los aranceles temporales buscan contrarrestar el presunto aprovechamiento de la triangulación comercial por parte de importadores chinos para evadir las cuotas arancelarias que enfrentarían en una importación directa a Estados Unidos.
Las tensiones al respecto se han intensificado desde que Katherine Tai, representante comercial de la Casa Blanca, expresara preocupación por el aumento de las exportaciones mexicanas de acero y aluminio a Estados Unidos, así como por la falta de transparencia en las importaciones de estos productos desde México procedentes de terceros países, como China.
Factores como el crecimiento de México como exportador en sí mismo y el aumento del consumo de productos chinos en el país pueden contribuir a este fenómeno.
La preocupación radica en el posible impacto negativo que esto pueda tener en la industria local y en la relación comercial entre México y Estados Unidos, especialmente en el contexto del Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC).