Según un estudio, el 36% de los mexicanos incluye el ahorro entre sus objetivos principales de cada año. Sin embargo, la realidad muestra un panorama distinto: pocos logran convertir este propósito en un hábito sostenible. ¿Qué factores influyen en este fenómeno?
Todos sabemos que las administradoras de pensiones te cobran una comisión por cuidar e invertir tu ahorro para el retiro, de esta forma recibes rendimientos por las operaciones que ellas realizan.
Sin duda alguna, ahorrar dinero encabeza la lista de propósitos de Año Nuevo en México, pero año tras año, esta meta termina frustrada para muchos. Según un estudio de Statista, el 36% de los mexicanos incluye el ahorro entre sus objetivos principales. Sin embargo, la realidad muestra un panorama distinto: pocos logran convertir este propósito en un hábito sostenible. Pero ¿qué factores influyen en este fenómeno?
Falta de educación financiera y planeación
Según un análisis del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, destaca que muchos mexicanos carecen de conocimientos básicos sobre cómo gestionar sus finanzas personales. Sin un plan claro o herramientas como presupuestos, la intención de ahorrar queda desplazada por gastos imprevistos o mal administrados. Esta situación se agrava en hogares con ingresos limitados, donde el ahorro suele percibirse como un lujo inalcanzable.
El enemigo del ahorro
Un experto en la economía conductual, explica por qué ahorrar resulta tan difícil. Señala que los sesgos cognitivos, como el "descuento hiperbólico", llevan a las personas a priorizar gratificaciones inmediatas sobre beneficios a largo plazo. Así, aunque la idea de ahorrar para el futuro sea atractiva en enero, a medida que pasan los meses, los gastos cotidianos terminan tomando el control.
Factores generacionales y culturales
Otro factor también se relaciona con lo generacional. Millennials y Generación Z enfrentan retos específicos que limitan su capacidad de ahorrar. Según un informe, estas generaciones tienen ingresos más bajos en comparación con las anteriores y enfrentan mayores costos de vida, lo que hace que ahorrar sea un desafío constante. Además, la inestabilidad laboral y la informalidad en el empleo, que afecta al 54% de los trabajadores mexicanos según cifras de noviembre del Inegi, también dificultan la creación de un fondo de ahorro.
De acuerdo con la UNAM, el ahorro no está profundamente arraigado en la cultura financiera de los mexicanos. Muchas personas carecen de una estrategia formal para separar parte de sus ingresos, y predomina una mentalidad de "vivir al día". Esto se combina con la falta de incentivos claros por parte del sistema financiero para fomentar el ahorro entre los ciudadanos, especialmente en los sectores más vulnerables.
Para que el propósito de ahorrar no quede solo en palabras, es necesario tomar medidas concretas:
La importancia de la educación financiera: Impulsar programas accesibles que enseñen desde conceptos básicos hasta estrategias avanzadas de ahorro.
Aplicar el uso de tecnología: Aplicaciones móviles y herramientas digitales pueden ayudar a establecer metas realistas, automatizar ahorros y monitorear el progreso.
Los incentivos fiscales: Bancos e instituciones pueden fomentar el ahorro ofreciendo tasas de interés atractivas y programas de recompensas.
La importancia de crear hábitos desde pequeños: La educación financiera temprana en las escuelas puede contribuir a normalizar el ahorro como una práctica cotidiana.
El ahorro debería ser mucho más que un propósito de Año Nuevo, un acto de responsabilidad y previsión. Aunque el camino esté lleno de retos, convertir esta meta en un hábito sostenible puede marcar la diferencia en la calidad de vida de los mexicanos, especialmente en tiempos de incertidumbre financiera en nuestro país, derivada de ciertos factores.
Pero no te quedes en el intento y este próximo año, convierte tu propósito en meta de fin de año. Checa los diversos métodos de ahorro que existen y apégate al que más te funcione.