La afición mexicana en Estados Unidos ha mostrado su descontento con los malos resultados del equipo nacional, como se reflejó en la baja asistencia al partido por el tercer lugar de la Nations League frente a Panamá.
Solo se registraron aproximadamente 15 mil aficionados en el estadio Allegiant de Las Vegas, siendo la peor entrada para un partido del Tri en los últimos 5 años en territorio estadounidense.
Resulta sorprendente ya que en ese período hubo encuentros con asistencias de hasta 80 mil seguidores, como el partido contra Gales en el Rose Bowl en 2018, que tuvo una asistencia de 82,345 personas y terminó en empate sin goles.
Esta baja asistencia también llamó la atención de los propios jugadores, como Uriel Antuna.
Hasta ahora, la peor asistencia oficialmente registrada para un partido del Tri en EE.UU. en los últimos 5 años ocurrió en 2021 en el Cotton Bowl de Texas, donde vencieron 3-0 a Guatemala con una asistencia de 15 mil 391 seguidores. En aquella ocasión, la baja afluencia se debió a que los boletos se pusieron a la venta solo 24 horas antes del partido.
En cuanto a las repercusiones económicas, la Selección Mexicana no se ve directamente afectada por una baja asistencia en estadios estadounidenses, ya que los juegos se negocian como parte de un paquete completo en la gira "Mexico National Team Tour" con Soccer United Marketing. La Federación Mexicana de Fútbol recibe el pago por todos los partidos, independientemente de la respuesta de la afición.
En torneos oficiales como la Liga de Naciones, la asistencia es responsabilidad de la Concacaf, que organiza las competencias. Para el organismo, el objetivo es tener un buen juego en la final y una buena asistencia en la doble cartelera.