La lesión que llevó a Adriana Ruano a lograr el primer oro olímpico para Guatemala en París 2024

Este 31 de julio se vivió historia pura en los Juegos Olímpicos de París 2024, pues la deportista originaria de Guatemala, Adriana Ruano, logró colgarse la medalla de oro en la disciplina de Tiro fosa, siendo la primera presea áurea del país centroamericano en la historia de la competición.

La delegación guatemalteca ya había dado aviso del enorme talento que traía en esta disciplina, pues ayer martes el tirador Jean Pierre Brol logró la medalla de bronce en la misma disciplina, pero en su categoría masculina.

Con estos logros, Guatemala es en estos momentos el país de Latinoamérica mejor posicionado en el medallero de los Juegos Olímpicos 2024.

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La trayectoria y el duro cambio de planes de Adriana Ruano

Sin embargo, para poder llegar a este histórico logro, Adriana tuvo que sobreponerse a una de las mayores frustraciones de su carrera, y es que su sueño siempre fue competir en unos Juegos Olímpicos… pero no como tiradora, sino como gimnasta artística.

• En el 2011, mientras se preparaba para el Campeonato Mundial de Gimnasia que fungiría como clasificatorio a los Juegos Olímpicos de Londres 2012, Adriana, de entonces 16 años, sufrió un fuerte dolor en la espalda, y tras someterse a resonancia magnética, le diagnosticaron seis vértebras dañadas en su columna.

Esta lesión le puso fin a su carrera como gimnasta, pues incluso le advirtieron que si se aferraba a asistir a la cita olímpica en la capital inglesa, tenía un 50% de posibilidades de regresar en silla de ruedas.

Tras un duro proceso de aceptación tras renunciar a su sueño, el tirador Rodrigo Zachrisson, quien tenía lazos con su familia, fue quien le sugirió probar este deporte, el cual era seguro incluso para su condición, y así fue como Adriana encontró su nueva pasión atlética.

“En un inicio me dolió mucho dejar la gimnasia, y cuando yo veía el plato trataba de pensar que ese plato era mi pérdida, mi problema, y me daba cuenta de que cuando pensaba eso rompía el plato. Así que traté de agarrar el tiro como una terapia psicológica”, contó la medallista a Olympics.com.

En su segunda participación olímpica como tiradora, la guatemalteca de 29 años vio de sobremanera los frutos de su sacrificio al obtener este histórico logro para su país, el cual dedicó a su padre, quien falleció poco antes de la anterior edición de la competencia celebrada en Tokio.

Adriana Ruano logró subirse a lo más alto del podio en Tiro fosa con una actuación excelente, obteniendo un puntaje de 45 disparos acertados de 50 posibles.