En un duelo entre los dos mejores equipos de la temporada, los Jefes de Kansas City enfrentarán el domingo a las Águilas de Filadelfia en un Super Bowl que puede afianzar a Patrick Mahomes como la gran superestrella del football americano.
Todas las estadísticas y análisis apuntan a que el State Farm Stadium de Glendale (Arizona) será escenario de una de las finales más parejas que se hayan visto en la NFL.
Jefes y Águilas fueron los cabezas de serie de sus conferencias, lucen un idéntico balance de 16 victorias y 3 derrotas en la temporada y, asombrosamente, sus ofensivas sumaron el mismo número de puntos: 546.
En el duelo clave de los mariscales de campo, el talento extraordinario de Mahomes debería dar a Kansas City una cierta ventaja sobre los Filadelfia, que también han estado excelentemente comandados por el joven Jalen Hurts.
Pero Mahomes, que ha guiado a Kansas City a tres Super Bowls en los últimos cuatro años, ha competido en estos playoffs con su movilidad limitada por una lesión de tobillo sufrida en la ronda divisional ante los Jaguars.
Jugando con una visible cojera, el mariscal de campo se mantuvo en el campo en ese juego y en la final de conferencia ante los Bengalíes para guiar un ataque cuyo peso descansa principalmente sobre sus hombros.