El Hijo del Octágon, conocido por su participación en la primera temporada de Exatlón México, ha estado en el centro de la controversia tras su salida del popular reality show.
El luchador profesional, cuyo nombre real es el hijo del famoso luchador Octagón, ha enfrentado una serie de retos legales y personales que han marcado su vida desde que dejó la competencia.
Desde su participación en Exatlón en 2017, el Hijo del Octágon ha denunciado que sufrió graves lesiones durante el programa, lo que lo llevó a interponer una demanda contra la producción.
Según sus declaraciones, estuvo al borde de perder una pierna debido a un hematoma que requería intervención quirúrgica.
A pesar de contar con un seguro médico, el luchador afirmó que este no tenía validez y que la atención médica recibida fue insuficiente.
En sus propias palabras, si hubiera estado una semana más en el reality, lo hubieran tenido que operar para drenar el hematoma.
La demanda presentada por el Hijo del Octágon asciende a más de dos millones de pesos, incluyendo los gastos derivados de su tratamiento médico y los daños por no recibir el pago correspondiente por su participación en el programa.
El gladiador ha expresado su frustración ante la falta de respuesta de Exatlón, señalando que no solo busca compensación económica, sino también una disculpa pública por lo que considera un trato injusto.
A pesar de las ofertas de acuerdo que recibió por parte de los abogados de Exatlón, el Hijo del Octágon se ha mantenido firme en su posición.
Rechazó una propuesta que consideró insuficiente y ha declarado que no piensa desistir en su lucha legal. "Me voy a tener que ir con todo, porque no me pienso dejar", afirmó en varias entrevistas.
Su determinación ha resonado entre sus seguidores y ha generado un debate sobre las condiciones laborales y la protección de los participantes en programas de competencia como Exatlón.
En los meses recientes, el Hijo del Octágon ha utilizado sus redes sociales para compartir su experiencia y mantener informada a su base de fans sobre el avance de su demanda.
Su historia ha despertado interés no solo entre los aficionados a la lucha libre, sino también entre quienes siguen los realities televisivos, planteando preguntas sobre la responsabilidad de las producciones hacia sus participantes.