Armand “Mondo” Duplantis, atleta sueco de apenas 24 años que compite en la disciplina de Salto con garrocha en los Juegos Olímpicos de París 2024, es la definición más literal posible de ‘dejar la vara muy alta’.
El sueco no sólo ha logrado la proeza de colgarse la medalla de oro en la disciplina en dos ediciones consecutivas de los Juegos Olímpicos, sino que ha batido su propio récord mundial en un total de nueve ocasiones.
Este legendario hito en la justa deportiva no pasa desapercibido, y es que Duplantis ha recibido un bono monetario cada vez que bate su propia marca, por lo que intenta conseguirlo en cada competición en la que participa. ¿Cuánto recibe? Aquí te contamos los detalles.
La última vez que un atleta mantuvo una plusmarca tan longeva fue con el ucraniano Sergey Bubka, quien batió su propio récord en 17 ocasiones entre 1984 y 1994, alcanzando la altura máxima de 6.15 metros. Fue poseedor del récord mundial durante más de 20 años, hasta que fue batido por un centímetro en 2014 por el francés Renaud Lavilleine.
En febrero de 2020, Duplantis, de tan sólo 20 años, aparecería en escena para arrebatarle el récord al francés, alcanzando la marca de 6.17 m, aumentándola por un centímetro más una semana después. A lo largo de 2022, 2023 y principios de 2024 en distintas competiciones, el sueco rompería su propia marca en seis ocasiones más, estableciéndola en 6.24 m.
Eso nos lleva a la cita olímpica en la capital francesa, donde llegó a la final de la disciplina y se hizo con la presea áurea, acompañado del estadounidense Sam Kendricks, quien se quedó con la plata con 5.95 metros, y el griego Emmanuíl Karalís, quien logró el bronce con 5.90 metros.
El sueco ya había asegurado el oro al superar la marca de los 6.10 metros de altura, pero los 80 mil asistentes en el Stade de France sabían que Mondo estaba ahí para aumentar su leyenda, incluidos sus rivales, por lo que todos comenzaron a animarlo para que rompiera una vez más su propio récord.
Después de dos intentos fallidos, la tercera fue la vencida y el sueco logró un salto impecable, superando la altura de 6.25 metros, haciéndose por novena ocasión con el récord mundial y celebrando de manera eufórica con sus seres queridos entre el público.
"He tenido la suerte de hacerlo varias veces. Cada vez, la sensación es más o menos la misma; quizá ésta haya sido también una versión aún más extrema de esa sensación", declaró Duplantis en la conferencia posterior.
Pero además de la ovación y la leyenda, el sueco recibió un pago por su proeza, y es que todos los atletas, cada vez que rompen un récord mundial, reciben una bonificación de 100 mil dólares.
Es por ello que Duplantis se propone subir la vara un centímetro en cada competición en la que participa; ¿podría alcanzar los 6 metros y medio de una si quisiera? Probablemente, pero es claro que tiene todo fríamente calculado para no desperdiciar su máxima capacidad en una sola exhibición, sin que eso le quite su condición de leyenda del atletismo.
Desde que era un niño prodigio afirmó tener el sueño de romper el récord mundial, y ahora se ha cansado de hacerlo, y continúan pagándole por ello. A su corta edad se ha confirmado como uno de los mejores saltadores con pértiga de todos los tiempos.
Es seguro que en su trayectoria por venir se dedicará a seguir aumentando su leyenda, así tenga prácticamente que aprender a volar a estas alturas (literalmente).