Después de la eliminación del campeón vigente Rafael Nadal, el serbio Novak Djokovic sobrevivió a un conato de rebelión en el Abierto de Australia, donde numerosos cabezas de serie como el noruego Casper Ruud o la tunecina Ons Jabeur tropezaron con rivales de menor rango.
La sombra de una nueva sorpresa sobrevoló la Rod Laver Arena cuando el francés Enzo Couacoud, número 191 del mundo, le arrancó el segundo set al nueve veces campeón en Melbourne, que además volvió a resentirse de una lesión en la pierna.
El francés de 27 años, llegado de las rondas previas, ofreció puntos brillantes en ese set, como un globo defensivo seguido de una derecha que Djokovic no pudo responder o un poderoso remate de volea tras esquinar a su rival.
Con claras molestias en el muslo derecho y enfadado con unos espectadores ebrios que, según él, lo perturbaban, Djokovic espantó las dudas y cerró en apenas 70 minutos los siguientes dos sets (6-1, 6-7 [5/7], 6-2, 6-0).
Máximo favorito en su regreso a Australia tras la deportación del año pasado, la lesión ensombrece sus perspectivas.