Luego de los hechos violentos del pasado domingo con los resultados ya conocidos, de un presunto delincuente, líder de una célula delictiva, Fernando “El Pino” Vega Pérez ejecutado junto con su familia, lamentablemente entre ellos menores de edad, ha habido algunas acciones para buscar reestablecer la paz en la conurbación.
De esta manera, el mismo lunes, un día después, las autoridades estatales, federales y los alcaldes de Veracruz y Boca del Río, sostuvieron la reunión llamada Mesa por la paz, en donde se discuten las acciones y estrategias en materia de seguridad.
En una semana han ocurrido diversos hechos que han causado inestabilidad a la vida diaria en conurbación.
El primero fue el enfrentamiento en la zona de la Riviera con el saldo de dos muertos, vehículos y armas aseguradas.
El segundo y más dantesco, el multihomicidio en el que cobró seis víctimas y del que ya se ha dado cuenta por demás de los hechos y el posible móvil del choque entre dos grupos de un cártel que se disputan el control en la zona norte.
Este miércoles por la noche otra ejecución y heridos se registró en la colonia al norponiente de la ciudad de Veracruz. Un muerto, dos heridos, fue el saldo, con disparos que alarmaron una vez más a la población porteña.
En la mesa de paz o de estrategia para la seguridad que encabezó el gobernador y mandos militares y navales en la zona, se debió haber hablado de operativos y acciones inmediatas para buscar inhibir estos hechos.
Y seguramente se debió considerar que existe una policía municipal que parece representar poco en el combate a estos hechos delictivos de alto impacto.
Pero entonces, se debería cuestionar las autoridades federales y estatales que hace el puerto más importante como es Veracruz, la ciudad con mayor población y más presupuesto destinado a la misma, con una corporación municipal que está visto es incapaz de controlar la violencia que se ha desatado.
Es cierto que los elementos y las unidades que tiene esta policía que depende del gobierno panista de Patricia Lobeira de Yunes no tiene la capacidad para frenar una escalada de violencia como la que se ha presentado, pero entonces ¿cuáles son los pasos a seguir?
La corporación es reforzada además con la participación de la policía naval que en su momento tenía el control total en la zona después de la desaparición de la llamada policía Intermunicipal Veracruz-Boca del Río, a raíz de la incursión del grupo de los Zetas y las masacres que se vivieron durante los últimos años de gobierno de Fidel Herrera y el inicio del periodo de Javier Duarte en el 2010.
Entonces, en mayo del 2011 se decretó su desaparición y personal naval de la Semar e hizo cargo.
Pues bien, a 11 años de distancia, y dos periodos de gobiernos panistas, con Fernando Yunes Márquez y Paty Lobeira, la policía municipal prevalece en la conurbación pero con resultados cuestionables en el freno a este tipo de violencia, pero además de la delincuencia común.
En este periodo de los suscitados eventos que podrían atribuirse a delincuencia organizada, también se han registrado graves hechos delictivos del fuero común.
Dos hechos marcaron esta semana al puerto de Veracruz en ese retorno al sendero de la violencia e inseguridad.
El primero, de los más sonados fue la agresión sexual a una joven mujer y la brutal golpiza al novio de la misma, ocurrido en un parque en una concurrida unidad habitacional.
Algunas notas periodísticas tomaron como referencia que esto ocurrió a unos metros de oficinas de la fiscalía general del estado, pero la realidad es que es un tema de seguridad pública. Y parece que es el rubro al que menos importancia le da esta administración municipal junto con su policía local.
Se le suman dos asaltos. El de la joyería Christian que si bien fue en Plaza Mocambo, jurisdicción de Boca del Río, es a escasas calles de los límites con el puerto y prácticamente conurbado con éste. El otro hecho fue el asalto violento a un cuentahabiente del HSBC en la sucursal de ese banco en Plaza El Portal, en el corazón de la ciudad de Veracruz.
Es de revisar el actuar de la policía municipal y no esperar a la llegada de refuerzos y más hechos que enluten hogares de los veracruzanos para proceder.