La extorsión es una situación en la que un individuo es presionado u obligado a través de la violencia o la coacción, a llevar a cabo una determinada acción (o inacción), con el propósito de obtener un beneficio material o de otra naturaleza. A quienes incurren en esta práctica se les llama extorsionadores y a quienes la padecen, extorsionados.
La extorsión se da en 2 formas:
La primera es cuando físicamente una persona se presenta a amedrentar para obtener dinero, es decir, a cobrar derecho de piso. La segunda se realiza por medio de llamadas telefónicas.
* Extorsión por secuestro express: la más común y la más agresiva. En estos casos se amenaza con violencia directa, con el asesinato o hacerle daño a una persona cercana. Incluso en algunos casos se puede imitar la voz del supuesto secuestrado a través de una grabación. Se piden grandes cantidades de dinero y se impone un lapso de pago corto.
* Extorsiones carcelarias: en este caso, los delincuentes crean un simulacro, que dado su alto contenido realista, es bastante creíble por la mayoría de las víctimas. Aquí se utiliza un tono apurado y profesional, en el cual se informa que algún conocido de la víctima está detenido o en la cárcel por cualquier motivo y que se requiere de cierta cantidad de dinero para liberarlo.
* Premio: se recibe una falsa notificación sobre la obtención de un premio que consiste en un viaje, un vehículo, una televisión o dinero en efectivo. El delincuente condiciona la entrega a cambio de un depósito bancario e insiste que el valor del premio es mucho mayor al monto solicitado.
* Deudas contraídas: se llama a un domicilio designado al azar y se informa a quien contesta que es una llamada telefónica de servicio de una institución bancaria o compañía encargada del cobro de cuentas. Se intenta convencer con argumentos y términos financieros que si la deuda no se paga, se puede generar una situación de embargo. El tono va de agresivo a más amable, con la promesa de evitar un daño mayor si se hace un pago mucho menor de la supuesta deuda.
* La hija llorando: “Papá/mamá ayúdame” se escuchaba en el fondo una niña gritando y después “silencio” luego hombres pidiendo un rescate, buscando engañar a los familiares y conseguir dinero rápido sin oportunidad que se contacten con sus familiares.
* El familiar que viene regresando de Estados Unidos sin recursos: “Tío, habla tu sobrino X ” regularmente utilizan nombres muy comunes y mencionan haberse quedado sin dinero por alguna situación (los regreso “la migra”, los asaltaron, etc.) y necesitan que les presten regularmente montos pequeños.
* Llamada del dueño o patrón: “Hola (nombre del empleado) habla Don (nombre del dueño o patrón), me detuvo la antialcohólica / me urge sacar el dinero de mi cuarto / etc. necesito que te metas a mi cuarto y saques de mi cajón el dinero / joyas / relojes, que tengo”.
Algunos patrones que manifiestan los secuestradores:
* Que los niños no contesten el teléfono
* Al identificar una amenaza, colgar rápidamente, no den oportunidad de identificar la preocupación y contactar directamente a tu familiar.
* Después de la llamada de extorsión llama al 088.
* No contratar servicios bancarios desde una llamada “recibida”.
* Siempre pedir información adicional
* Confirmar la información con los familiares.
* Contar con una palabra secreta para familiares.
* Darles a conocer a tus empleados e hijos los tipos de llamadas de extorsión y engaños telefónicos, para evitar que sean víctimas.
Hasta este momento en el artículo 19 constitucional no se encuentra el delito de extorsión en el catálogo de prisión preventiva oficiosa.