Tanto Alejandro Moreno del PRI, como el del PAN Marko Cortés, aseguraron que irán en alianza de ‘Va por México’ en todos los procesos electorales que se efectuarán en el 2024, tanto en la presidencial, como en las nueve gubernaturas y en los comicios de senadores y de los 300 distritos para diputados federales. Lo que no explicaron cómo se les van a repartir ya que el aspirante a jefe de la nación no podrá contar con la mayoría de los candidatos a gobernadores y legisladores federales.
Tanto priistas como panistas y posiblemente algunos perredistas quieren ser los abanderados de esa coalición partidista. Ese reparto deberá ser equitativo y sobre la importancia de los cargos políticos que estarán en juego. No se pueden quedar al margen los expresidentes y exgobernadores acostumbrados a decidir sobre sus amigos y en algunos casos de familiares.
Veracruz será un caso interesante tanto para el tricolor como para los azules.
Lo que ocurre siempre entre los miembros de la clase política veracruzana el querer figurar como seguidores de alguna de las llamadas corcholatas presidenciales, lamentablemente por sus negros antecedentes los precandidatos de forma cortés los hacen a un lado, porque en lugar de ayudar los involucran con estos personajes donde figuran exalcaldes como el de Alvarado, Bogar Ruiz, acusado por la actual presidenta Lizzette Álvarez que motivó que el canciller Marcelo Ebrard que tuviera que cancelar su visita a dicho puerto como el de un conocido diputado local y hasta de altos funcionarios federales y estatales que se habían manifestado a favor de Claudia Sheinbaum y ahora quieren estar cerca del secretario de Gobernación, Adán Augusto López y el de Relaciones Exteriores Ebrard Casaubón que se perfilan como ganadores.
Estaban acostumbrados a la famosa “cargada” de los priistas y quieren repetir ahora como simpatizantes de la izquierda, pero nadie se los cree.
Es una obsesión de los opositores contar los meses, semanas y días que le quedan al gobierno federal para que termine su administración y de paso al gobierno estatal de Cuitláhuac García. Ellos hacen sus cuentas alegres.
Cuentan que la elección federal será en junio del 2024, por lo que le sólo les falta menos de un año y a eso le suman los meses de campaña y llega a la conclusión que no sacaran a flote lo que se propuso.
Tienen para ello una amnesia política y se olvidan de todo los que se ha realizado de las grandes obras que ya están terminadas como el aeropuerto internacional Felipe Ángeles, hospitales, autopistas, faltan dos meses para que esté lista la refinería de Dos Bocas en Tabasco, el corredor del Istmo de Tehuantepec, a fines del año el tren Maya y no se dejan de construir cuarteles para la Guardia Nacional a fin de asegurar la seguridad de la totalidad del territorio nacional.
Este grupo de conservadores cuenta los días y se les olvida que en estas próximas elecciones continuarán los gobiernos de Morena, es decir es un espejismo su calendario político, porque es la prolongación de un mismo gobierno progresista que seguirá ayudando a los más pobres. Nuevamente tendrán la mayoría en el congreso y se aprobaran constitucionalmente todas las reformas que han sido bloqueadas y los sueños guajiros de la oposición seguirán viviendo esa ilusión.