Fueron denunciados ante el presidente López Obrador de acuerdo a funcionarios de Pemex se habían enviado 60 millones de dólares a una empresa denominada Integrales de Comprensión cuyo director general es el angelito Juan Pablo Álvarez Delong hijo de una fichita muy conocida por sus negocios fuera de la ley don Edel Álvarez Peña compadre de los Yunes azules que trabajó en el gobierno de Morena bajo la protección del subsecretario Eric Cisneros Burgos, cuando hicieron el negocio millonario de las ciudades judiciales que tenían que estar pagando durante varios sexenios.
Utilizaron hasta el banco del Bienestar para protegerse de otras investigaciones. Ya parece que es un mal hereditario de la familia eso de los negocios chuecos y pensar que era el presidente de la institución que impartía justicia en el estado.
Por eso estamos como estamos.
El Congreso del estado no debe ser cómplice y debe permitir que el Orfis que preside la licenciada Delia González Cobos revise los términos de los contratos de las absurdas obras que se vienen realizando en Xalapa que han creado más molestias y sacrificios que algún beneficio para los habitantes de la sufrida capital del estado.
Piden que se realicen auditorías en tiempo real sobre los prolongados retrasos que entorpecen el tráfico y que no tienen ninguna justificación o el manejo de los dineros para la conclusión de las mismas tienen otro destino.
La aplicación del recurso debe ser la correcta y se requiere una estrecha vigilancia que los recursos públicos estén siendo aplicados de acuerdo a lo estipulado en los contratos.
La importancia que han adquirido las redes sociales en cualquier asunto ya sea de política, economía y hasta cuestiones familiares que las dan a conocer utilizando estos medios que cada día son más populares.
Influye de manera especial en las familias, los análisis que hacen los hermanos y lo que platican los papás y la percepción que se tiene sobre beneficios sociales.
La importancia que adquieren es por la inmediatez, es lo de hoy. La gente busca información que no esté manipulada por los medios, de manera singular por los seudoperiodistas, analistas políticos y los comentaristas de los audiovisuales.
Algunas personas aseguran que tienen una gran influencia y que gracias a las redes en las pasadas elecciones federales no pudieron robárselas y van a ser decisivas en las próximas del año próximo.