Comisión ¿aliada?

Los de la Comisión Estatal de Búsqueda andan en un plan muy altanero y lo demostraron este lunes durante las diligencias realizadas en la zona norte donde trataron de intimidar a la prensa.

Pese a que los medios tienen una buena relación con los Colectivos de Búsqueda, los funcionarios mandaron a elementos de la Fuerza Civil para tratar de impedir que documentaran los trabajos realizados en dicho predio.

Esto bajo el pretexto de que informar sobre donde trabajan representa un riesgo para ellos, pese a que estaban a la vista de cientos de vecinos desde sus casas.

¿La última visita?

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, encabezó su última conmemoración de la Defensa Patriótica del Puerto de Veracruz.

Durante su mensaje destacó que México no será colonia de ningún país del mundo, apuntando que la integración con Estados Unidos es meramente comercial y beneficiosa para ambas naciones.

Asimismo, durante la jura de bandera exhortó a los 384 cadetes de la Heroica Escuela Naval Militar a seguir protegiendo la soberanía y libertad de México. En pocas palabras mandó un mensaje directo “¡con México no!”.

Peces muertos

En siete lagunas del estado se registró la mortandad de peces por el estiaje y la falta de oxigenación, de acuerdo a lo mencionado por Gaspar Monteagudo Hernández, jefe de inspección de la Procuraduría del Medio Ambiente (PMA).

Rechazó que la mortandad en la Laguna del Encanto fuera por contaminación, lo que sí es cierto es que la autoridad ambiental deja mucho que desear, ya que los ciudadanos señalan que constantemente reportan incidentes y las dependencias se echan la bolita unas con otras.

Prueba de ellos es el relleno constante de manglares para construir desarrollo habitacionales, impactos ambientales, por obras no sustentables, entre otros.

Un horno gigante

Los calorones de los últimos días convirtieron a la conurbación Veracruz-Boca del Río en un horno gigante, lo que es consecuencia de la deforestación sufrida en las últimas décadas, por lo menos de hace 3 décadas para acá.

Desde los años 90, por una mal concebida ‘modernidad’ el crecimiento de la conurbación significó derribar árboles, lo que transformó a esta zona en una gigantesca plancha de cemento y sin árboles.

Ejemplos hay muchos: la calzada Costa Verde, la propia avenida Díaz Mirón, ya no se diga Miguel Ángel de Quevedo o Circunvalación, que perdieron sus casuarinas o pinos tropicales y les pusieron palmeras, que no dan sombra ni reforestan.

No es algo que se haya hecho en la última década: viene desde la segunda mitad de los 80, cuando se empezó a derribar árboles para hacer centros comerciales, reducir camellones y construir edificios de departamentos.

Se puso de moda pavimentar con cemento o concreto, que no es permeable y cuando llueve, el agua no puede pasar al subsuelo y ahí se quedan las lagunas....

Pero además, ese cemento concreto concentra el calor del sol, y aún a medianoche todavía está caliente.

Y luego le echamos la culpa a la naturaleza. Pero la naturaleza es sabía; la mayoría de los humanos, no.