Los pollsters (encuestadores), responsables de la medición de la opinión pública mediante los estudios llevan a una fotografía del momento, y retratan la real percepción de los informantes, única y exclusivamente durante el periodo del levantamiento de las muestras, pero hasta ahí.
Ahora bien, no es fácil entre la sociedad abierta distinguir las diferencias entre una encuesta y los productos que llevan a la recolección de la opinión pública y ciudadana, pues puede ser con fines propagandísticos, pero también desinformativos por toda una serie de canales a través de los cuales se puede distorsionar la información, y los expertos en Ciencia Política, así como, en elecciones y, sobre todo, en campañas, lo reconocen.
Y es que, todas las encuestas electorales son una herramienta de investigación social que sólo contribuye al desarrollo político y democrático, y su realización y difusión resultan un recurso que no siempre es confiable, pero que permiten a la ciudadanía disponer de ciertas fuentes de información confiable que lleve a tomar mejores decisiones.
Así pues, las encuestas sólo son indicativas, pero lo que cuenta es lo decisivo para poder ganar elecciones.
Así es como todas las encuestas pre electorales actualmente van en dirección a una escala de la difusión que envuelve dudas y lleva a controversias, pues hace suponer que están manipulando la información para favorecer a algún candidato o candidata, y es ahí donde radica la pelea de los partidos - Morena con sus aliados y el Frente Amplio por México - y hay a quienes les cuesta trabajo aceptar que la elección es entre dos bandos, pero que también va cerrándose y tiende a cerrase más.
Es inevitable reconocer que los nuevos espacios de discusión rondan entre el análisis político y social, el control y la divulgación de la información electoral que van más allá de metodologías usadas en la medición del comportamiento pre electoral, y están entrando a la etapa donde delimitan responsabilidades de todos y cada uno de los actores envueltos en el proceso electoral, y las encuestas irán desnudando falsas mediciones - sobre todo en la difusión - según avancen las campañas en la cercanía de la jornada.
Las diferencias en puntos son cada vez menores entre Rocío Nahle y Pepe Yunes como es también en el caso de Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, en Veracruz y México, de ahí que el músculo social irá creciendo de un lado a otro y en donde el mal humor social estara jugando un papel definitivo en las urnas.
"Las encuestas fluyen e influyen, pero no definen elecciones". Y los candidatos como candidatas y sus coordinadores de campaña deben saber que las encuestas serias arrojan resultados serios, pero sobre todo resultados mixtos y poco concluyentes, o dicho de otra forma, lo que cuenta es la operación política y que se manifieste en las urnas.
Los candidatos a otros puestos son la base de acumulación de votos, y también cuenta.
Que este día de San Valentín, del amor y la amistad, sea pleno en la armonía y salud de todas las personas en lo individual y colectivo, Dios les bendiga.