Acuerdo de Kunming-Montreal, compromiso valiente

“Nos debemos esto a nosotros mismos y a las generaciones futuras, no podemos esperar más". Acuerdos COP 15.

La segunda parte de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Biodiversidad 2022, más conocida como COP 15, se celebró en Montreal (Canadá) en este mes de diciembre. La primera fase de la reunión se celebró en Kunming, capital de la provincia suroccidental China de Yunnan, en 2021.

El acuerdo adoptado se conoce oficialmente como el Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal; también se conoce como el acuerdo “30 x 30”, ya que el texto establece proteger 30 % del planeta para 2030 y proveer 30,000 millones de dólares en ayuda anual para los esfuerzos de conservación de los países en desarrollo. Es calificado como un hito histórico de la misma magnitud que el Acuerdo de París de 2015 sobre el cambio climático, y se logró tras casi dos semanas de intensas y difíciles negociaciones entre las partes.

El Acuerdo de Kunming-Montreal es una hoja de ruta que apunta a proteger las tierras y los océanos, evitando la extinción masiva de especies por la contaminación acelerada ya que establece objetivos importantes para frenar la alarmante pérdida de biodiversidad observada en las últimas décadas.

Este encuentro suponía para muchos "una última oportunidad" de tomar las riendas y el camino para que la naturaleza se recupere. Las delegaciones de los 196 países participantes aprobaron casi por unanimidad el marco de acción propuesto por China, el país que esta vez ostentaba la presidencia, con la única oposición de República Democrática del Congo.

El acuerdo, aspira a ser un plan de choque para esta década, compromete a sus firmantes a que en 2030 el 30% de las zonas terrestres, aguas continentales y costeras y marinas se conserven y gestionen eficazmente mediante sistemas de áreas protegidas; según la última evaluación de Naciones Unidas, en estos momentos alrededor del 17% de la superficie terrestre y el 10% de la marina están bajo protección.

El proyecto también menciona el resguardo de los pueblos indígenas, quienes guardan y cuidan el 80 % de la biodiversidad de la Tierra, una demanda ampliamente reclamada por representantes de estas comunidades en la cumbre.

De la misma manera se garantizará que las zonas dedicadas a la agricultura, la acuacultura, la pesca y la silvicultura se gestionen de forma sostenible, con un incremento sustancial del uso de prácticas respetuosas con la biodiversidad; así como que se restaurarán el 30 % de los ecosistemas degradados, como mínimo.

Otra de las metas que se establecen en el pacto es el de reducir a la mitad tanto el exceso de nutrientes como el riesgo general que representan los plaguicidas y los productos químicos altamente peligrosos para la naturaleza. Asimismo, establece proveer al menos 20,000 millones de dólares en ayuda internacional anual para la biodiversidad para 2025 y al menos 30,000 millones para 2030.

La adopción del marco de Kunming-Montreal es un primer paso para restablecer nuestra relación con el medio ambiente y su biodiversidad, pero el éxito se medirá por el progreso rápido y consistente en su implementación.

#CambiaUnaAcciónCambiaTodo.