Representantes de comunidades aledañas a la Cerquilla, lugar donde se ubica la planta Sílice del Istmo SA de CV, tomaron el acceso principal a esa industria en demanda de apoyo para revestir caminos, limpiar agua y dar mantenimiento a escuelas.
Un grupo de ciudadanos, la mayoría mujeres, colocaron una lona en la entrada a la planta y al mismo tiempo, “fantasmas” con los cuales impiden el acceso y salida de los trailers que cargan sílice para llevarlos a distintos puntos del país.
La planta sílice del Istmo también enfrenta otro conflicto, el de los obreros que están en paro, en demanda de mejores salarios y prestaciones laborales que desde el mes de agosto fueron prometidos luego de que estos mismos tomaran las instalaciones y se agruparan en un sindicato.
Felipe Zuñiga, representante del Gobierno del Estado, acudió al lugar para dialogar con los paritas y establecer una mesa de negociación con los representantes de la compañía, pero los primeros se negaron pues ellos quieren platicar con los “meros dueños” y no con empleados que operan como encargados de esa factoría.
Los obreros en paro no impiden la entrada ni salida de los vehículos y solo mantienen un plantón en la entrada a la planta, a unos metros de donde vecinos de algunas comunidades, tienen cerrado el acceso.
Los que exigen ayuda de la planta para revestir los caminos y que se limpie el agua que la compañía contamina, son de la Cruz del Milagro, Aguacatillo, Tizamar y la Cerquilla, entre otros que son congregaciones de Sayula de Alemán y San Juan Evangelista.
El paro ya cumplió 24 horas este martes, pues la manifestación inició desde el lunes pasado.