En el abandono se encuentra la escuela Clara Aguilera, que fuera considerada una de las instituciones privadas ‘popoff’ de Coatzacoalcos, en donde la educación la impartían monjas, sin embargo, tuvo que cerrar sus puertas al parecer por falta de estudiantes o por problemas legales.
En la actualidad las instalaciones están a merced de indigentes que hacen del inmueble su refugio nocturno y de personas viciosas que se llevan el mobiliario y poco a poco lo van ‘desapareciendo’.
Personas que caminan por la avenida Juan Escutia entre la Prolongación de Zaragoza y Melchor Ocampo, informaron que por las mañanas se puede observar a personas que se drogan, las cuales también se encargan de sacar lo que queda del inmobiliario.
Se llevan aluminio, pedazos de fierro, para venderlo por kilo y hasta los muebles que ahí se encontraban han desaparecido pese a que se encuentran resguardados por las altas bardas.
Lo que queda de esta famosa escuela, desde hace unos años se encuentra en total abandono y los portones traseros están destruidos a medias, y por ahí ingresan a saquear.
En información extraoficial que logró recabar Imagen del Golfo, se pudo saber que en sus tiempos ofrecía el servicio del tipo bachillerato general, además de secundaría, primaria y hasta preescolar, en el turno matutino.
En esta escuela se dieron cita los hijos de las familias adineradas de la localidad, ya que la cuota de inscripción y las mensualidades no estaban al alcance de personas de escasos recursos.
Ubicada frente a la clínica 36 del Instituto Mexicano del Seguro Social en la avenida Román Marín esquina con Melchor Ocampo, de la colonia Manuel Ávila Camacho, abarcaba cerca de una cuadra ya que colindaba la parte trasera con la avenida Juan Escutia.
Al paso de los años la convirtieron solamente en secundaria y de bachilleres en general, y era junto con la Olivo Lara, de las escuelas de alcurnia en la ciudad de Coatzacoalcos.
Al final de su glorioso pasado, el instituto de educación media superior de turno matutino Escuela Secundaría Clara Aguilera era una de las 501 escuelas de Coatzacoalcos de control privado y tenía la clave oficial de la Secretaría de Educación Pública (SEP), número 30PBH0102J y se daban clases a 74 alumnos.
Hoy como muchos otros negocios de todo tipo en esta ciudad, ha cerrado sus puertas y solamente queda el recuerdo de su gloriosa estancia en Coatzacoalcos, convirtiéndose en otro ‘elefante blanco’.