Los fenómenos hidrometeorológicos han causado severas afectaciones a la costa de Agua Dulce, donde han destruido palapas y debilitado las estructuras de concreto.
Enero y Febrero los frentes fríos ingresaron con fuerza al municipio provocando fuerte oleaje en el Golfo de México que terminó llevándose los techos de palmeras de al menos cinco locales de la playa Las Palmitas.
La zona luce devastada por la naturaleza y los propietarios no han podido reconstruirlas, la primera razón es porque el mal tiempo prevalece y la segunda, porque no cuenta con el dinero suficiente, luego de dos años de pandemia que ha mantenido a este sector paralizado.
Debido a las dimensiones de las palapas cada una tienen un costo para su elaboración de entre 8 a 12 mil pesos, lo que mantienen en aprieto a los dueños de los establecimientos, quienes solo han podido remediar algunas partes de sus negocios.
Actualmente no cuentan con ningún tipo de ingreso, debido que a los pocos turistas que llegan no pueden ofrecerse un lugar para descansar, debido que el mar ya alcanzó la parte donde colocan sus mesas y sillas para atenderlos.
Por esa razón, muchos de ellos han decidido abandonar de manera momentáneamente estos puestos, por no tener ninguna posibilidad de levantarlas.
Aseguraron que su futuro es incierto, debido que no lograran recaudar la inversión para reinventar en sus negocios antes de la semana santa que es su mejor temporada.