Productores de ganado del sureste del estado, siguen siendo afectados por la pandemia del covid-19, aunado a los precios bajos que tienen los animales en pie entre los introductores o intermediarios.
Antonio Martínez, aseveró que el precio de los bovinos, son similares a las de hace 8 años, por lo que considera que es imposible seguir cubriendo la inversión de la crianza, cuando reciben ganancias muy por debajo a lo que estiman.
Precisaron que el kilogramo de la vaca es de 27 pesos y el becerro en 37, cuando ellos invierten en los dos primeros años en vacunas contra las enfermedades, vitaminas y desparasitantes.
Pese a que ellos venden a bajo costo, en los mercados el precio al público no solo ha caído, sino que cada año aumenta, por lo que las verdaderas ganancias son absorbidos por los intermediarios.
Ganaderos de Agua Dulce y Las Choapas, tienen que comprar el arete, el cual tiene un costo de 45 pesos, que muy poco sirve para evitar abigeato, delito que también afecta severamente a los productores.
El entrevistado, aseguró que aún al intenso trabajo en los ranchos, permanece en la misma actividad productiva, debido que representa el origen de su familia, el cual fue iniciado por su bisabuelo y a él se lo heredó su padre.