Cientos de iguanas permanecen sin alimento en la orilla del Paseo Ribereño, lugar donde el pasto que había, se encuentra totalmente seco, por lo que están a expensas de lo que la gente les lleva.
Lo que fuera un atractivo para quienes pasean por ese sitio en Colón y General Anaya, ahora resulta triste verlas sin tener que comer, por lo que llegan a pelearse por lo poco que les arroja gente, como cáscaras de plátanos y otras cosas.
Las altas temperaturas y la falta de agua, han ocasionado que el pasto que había en otros tiempos, se muestre seco y sin vida.
Ahora es la gente la que se aplica para llevarle comida a las iguanas y de esa manera tratar de salvarlas.