De Oaxaca a Coatzacoalcos; Doña Amparo y sus famosas tortillas de mano

De Matías Romero, Oaxaca, doña Amparo, se dedica a la venta de tortillas hechas a mano en su local, ubicado en la calle San Martín casi esquina con San Mateo en la colonia Lomas de Barrillas, de esta ciudad de Coatzacoalcos.

¿CÓMO NACE LA IDEA?

“Es que tiene historia, mi madre vendía, pero lo hacía en leña”, cuenta mientras pone a cocer una tortilla en el gran comal en donde puede colocar hasta cinco piezas.

Asegura que desde que era pequeña su mamá vendía en el pueblo, las elaboraba a leña, y fue desde entonces que aprendió a elaborarlas y venderlas.

• Desde que era pequeña aprendió a elaborar las tortillas.

Y fue hace dos años que decidió poner su negocio, buscando apoyar la economía asegura que no las da muy caras, porque sabe que hay gente necesitada.

El costo es de 10 pesos por cuatro tortillas, y las famosas ‘picaditas’ da a 20 pesos la bolsa que tiene 10 piezas.

La damos barata porque hay gente humilde aquí en la colonia, y hay mujeres que los domingos no guisan y mucho menos echan tortillas, porque, así pues, nos ayudamos, porque somos personas de escasos recursos y sabemos que las personas no tienen dinero, sabemos que la situación está un poco difícil, así nos ayudamos tanto ellos y nosotros, las cosas todas están caras”.

YA TIENE SUS CLIENTES

La calidad de tus tortillas es tal, que, hasta le hacen pedidos por teléfono, para que cuando acudan a buscarlas ya estén listas.

Afirma tener clientes de Minatitlán y Acayucan, pues disfrutan las tortillas, las cuales las entrega ‘calientitas’, como las prefieren.

A sus 50 años, doña Amparo Agustín Martínez, da gracias a Dios, y dice que tiene 15 años de vivir en la colonia Lomas de Barrillas.

UNA MUJER DE LUCHA

Doña Amparo asegura que durante su vida siempre ha buscado la forma de salir adelante, vendiendo de todo, hasta palancas.

También ha vendido leña, sandalias y bolsas; en su local su esposo José vende zapatos, tenis y otros artículos.

Amparo tiene a una señora que la ayuda a realizar las tortillas, a la cual le paga un salario, por lo que agradece que sus clientes nunca le fallan.

De la mano de su marido, quien no sabe leer ni escribir, Amparo asegura que día a día buscan la manera de sacar adelante a su familia, siempre trabajando honradamente.