El colectivo de economistas "México cómo vamos" llevó a cabo un análisis exhaustivo sobre las oportunidades que brinda el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
Expertos destacaron las ventajas de este magno proyecto impulsado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
El economista Luis de la Calle resaltó que el CIIT puede ser la clave para estrechar los lazos entre el sur de México y la costa este de Estados Unidos, una región donde las exportaciones mexicanas están subrepresentadas.
Para lograrlo, propuso el desarrollo de servicios ferroviarios de carga en el Istmo, la extensión del tren Maya hasta Progreso, y el impulso del tráfico marítimo entre Coatzacoalcos y Mobile, así como entre Progreso y Tampa.
Entre los sectores más promisorios, se mencionaron la energía y la petroquímica basada en fuentes renovables, la agricultura y la agroindustria, y la manufactura ligera.
Además, se subrayó la importancia de alcanzar acuerdos para la exportación de prendas con reglas de origen favorables.
Rosanety Barrios, otra experta del colectivo, enfatizó que el éxito del proyecto radica en su integración a la ruta del TMEC, facilitando así la exportación y potenciando la vocación exportadora de México.
Fausto Hernández Trillo ponderó que esta administración haya retomado el Corredor Interoceánico y le haya asignado presupuesto, siempre y cuando se haya respetado el proyecto ejecutivo original.
"Es fundamental que el proyecto del Corredor esté acompañado de una política integral de desarrollo para las comunidades y municipios directamente impactados, con el objetivo de que tengan la infraestructura necesaria para que sus poblaciones obtengan las ganancias en bienestar que puede detonar el proyecto, así como para que se minimicen las externalidades no deseadas relacionadas con su construcción y operación", externó Víctor Gómez Ayala.
Hay que recordar que el corredor del Istmo es un proyecto viejo. Desde la evaluación de Benito Juárez, de un canal, pasando por Porfirio Díaz, hasta la elaboración de un plan con proyecto ejecutivo de Ernesto Zedillo que incluía carretera, línea ferroviaria y modernización de los dos puertos (L Cárdenas y Coatzacoalcos), que no se llevó a cabo por motivos presupuestarios.
Existen al menos 3 oportunidades para el crecimiento y desarrollo de la región sureste a raíz del proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo, señala el análisis.
En términos de crecimiento, la atracción de IED relacionada con el nearshoring, y para el desarrollo, la implementación de mejores prácticas en los mecanismos de evaluación y consulta social, así como la implementación de políticas públicas integrales en la región en beneficio de las comunidades y municipios impactados.
En el primer caso, existe la posibilidad de integrar esta zona del país al fenómeno global de atracción de inversión extranjera directa relacionado con la reubicación de cadenas productivas (nearshoring), pues la conectividad entre el Océano Pacífico y el Golfo de México puede disminuir drásticamente los costos de logística para diferentes industrias.
En segundo lugar, aunque no ha sido el caso, este proyecto presenta una oportunidad única para el gobierno mexicano en términos de integrar a las comunidades impactadas por el proyecto a través de mecanismos abiertos y transparentes para la evaluación de impacto social, y sus procesos de consulta posterior, a fin de que los proyectos relacionados tengan mayor capacidad de ser sustentables y sostenibles.
CON INFORMACIÓN DE ANTONIO SOTELO