Los vendedores aliñan de 500 kilogramos hasta una tonelada de pescado al día
Comerciantes del mercado de mariscos, solamente aprovechan el 40 por ciento del producto que ofrecen, por lo que, la piel, espinas, huesos y la cabeza de los pescados lo tiran al río Coatzacoalcos, para alimentar a las gaviotas, pelicanos, jaibas y demás fauna que ‘pulula’ en esta zona.
“Para el ceviche solamente se aprovecha el 40 por ciento, antes venían personas para alimento de pollos, el cuero los pescadores lo utilizan para atrapar jaibas”, refirió Domingo Hernández, uno de los locatarios.
También platicó que antes llegaban personas a recoger estos residuos para alimento, sobre todo la cabeza o los huesos del robalo, la cual puede aprovecharse para hacer caldo, minilla, entre otros platillos.
“Normalmente botamos los desechos, cuando son pocos los aprovechan los pajaritos, lo demás se tira al río”, indicó.
Aquí, los vendedores aliñan de 500 kilogramos hasta una tonelada de ceviche al día, dependiendo la temporada de pesca.
“Nomas imagínate, si en 100 kilos se utilizan 40 por ciento de pura pulpa, se tira el 60 por ciento, en una tonelada ¿Cuánta cabeza no se tira?, si vinieran a pedir se les regalan las cabezas, nomás que traigan sus bolsas porque si es una lástima botarlas”, concluyó el entrevistado.
Estos “desperdicios” se presentan también como una oportunidad en otros ámbitos, por ejemplo, la piel curtida es materia prima de calidad y resistente, ésta sirve para la elaboración de bolsas, sandalias, extensibles para reloj, carteras, llaveros, cinturones, collares y aretes de escamas, gorras, aplicaciones en vestuarios, estuches, entre otros.
México avanza rápidamente en este tema, y aunque se sigue aprovechando para la elaboración de harinas y aceites de pescado, también se investiga para diversificar el uso de los residuos de la pesca, pero, además, con un enfoque sustentable.
Tal es el caso del aprovechamiento del quitosano, un biopolímero que se obtiene de los exoesqueletos de los crustáceos que se emplea en la producción de fertilizantes naturales el cual, por sus propiedades antivirales, anti bactericidas, fungicidas y nematicidas, protege a los cultivos tanto en su crecimiento como durante el almacenamiento, asimismo, estimula la germinación de semillas, el sano desarrollo de raíces, brotes y hojas.
El aprovechamiento de los residuos pesqueros nos lleva a reflexionar en lo siguiente: se convierte en una práctica sustentable por los beneficios ambientales y sociales que aporta, es en una fuente generadora de empleos y recursos, finalmente, tenemos que es compatible culturalmente con las comunidades pesqueras.