A la misa negra celebrada este primer viernes de marzo en el domicilio de la secretaria de Lucifer, de Ixhuatlán del Sureste, asistieron brujos y decenas de creyentes de los rituales oscuros.
Las inclemencias del tiempo no fueron impedimento para efectuar el ritual que fue preparado con un mes de anticipación donde uno de los momentos climáticos fue el procedimiento para que nueve personas hicieran un pacto de protección con el señor de las tinieblas.
Cómo es habitual, este ritual consistió en el escalofriante momento en deciden sacrificar a algunos cabritos y chivos.
Y ahí, al compás de los místicos tambores , las extrañas danzas y los cánticos misterios, ante todos los seguidores las nueve personas comenzaron a comer parte de las viseras y el corazón de los animales, con esto se aseguraban de cargarse de energía y consolidar el pacto oscuro que les ayudaría a despojarse de las malas vibras emitidas por sus enemigos durante el último año.
Curiosos , adoradores y periodísticas fueron testigos de los diferentes aspectos de la también llamada misa negra, en la ceremonia fueron evidentes elementos prehispánicos así como cantos y oraciones que buscaban agradar al “señor oscuro”.
Entre velas y ramas de albahaca los asistentes pasaron uno a uno al centro del ritual para recibir una “limpia”, también usaron huevos, aves y otros artículos para manifestar su fe o bien solicitar algún favor al también conocido como representante del inframundo.