Agua de Santorini y la pesadilla de una familia

Román Sánchez jamás imaginó que el consumir agua de garrafón de la empresa Santorini, le dejaría todo, menos un buen sabor de boca, debido a que esto provocó que su hijo acudiera tres veces al médico, debido a que al destapar e ingerir el contenido, éste presentaba mal olor, lo cual no fue motivo suficiente para que Regulación Sanitaria emitiera alguna medida preventiva a esta empresa.

“Yo le dije a la empresa, pero me dijeron que me cambiaban los garrafones, pero les dije que de qué me servía el cambio, que se hicieran responsables de los gastos de mi hijo de 2 años que se enfermó, mi esposa que está embarazada terminó con dolores, a mi niño lo estuve llevando tres días al doctor porque lo tuve con calentura y diarrea, tampoco retenía la comida ni el medicamento, le tuvieron que aplicar cuatro inyecciones, pero fue a causa del agua, no tenía mucho que lo había comprado”, comentó el padre de familia.

El empleado añadió que al acudir a Regulación Sanitaria le expresaron que no se podía hacer nada al respecto, pues violó el sello de las tapas, a lo que respondió que es ilógico, pues sólo así se dieron cuenta que el agua del garrafón tenía un olor desagradable.

“Me dijeron que la queja la podían hacer por escrito, que tenían que ir a revisar el agua, pero que de nada servía, porque la empresa iba a decir que como abrí le puse otra agua, y cómo le voy a echar si con quienes compré el garrafón fue con los del carro de la empresa… a mi esposa le hizo mal, a mí me dio dolor, pero el niño fue el que se me puso más grave, el niño no se me había enfermado, el que se dio cuenta del agua fue el niño, pues siempre le lavamos los dientes con agua de garrafón, fue así como el niño le dijo a su mamá que el agua tenía mal olor, mi esposa cambió el vaso pensando que era eso, pero después se dieron cuenta que era el agua”, puntualizó Román Sánchez, quien presentará una queja ante la Profeco por el servicio que brinda esta empresa.