Me duele que le duela

La empatía emocional es un sentimiento muy cotizado hoy en día. Se trata de ponerse en los zapatos del otro, comprender su estado anímico. Sin embargo, existen hombres y mujeres que llevan este valor al extremo, se calzan los zapatos…y todo el dolor que la otra persona esté padeciendo en ese momento (incluso sin conocerla), lo sienten en carne viva, lo cargan y lloran como si el sufrimiento fuera propio, he aquí 4 posibles razones por las que esto ocurre:

• Quizá porque su sensibilidad, las fibras emocionales, se hallan por encima de lo inimaginable, se trata de personas altamente receptivas.

• Tal vez porque en algún momento se experimentó una situación de aflicción…y nadie atendió el llamado.

• Puede ser un reflejo de lo que entiende que significa querer a esa persona o estar psíquicamente conectado a ella. 

• También se puede deber a las llamadas células espejo, importantes para el cerebro, pues nos dan la pauta para aprender, asociarnos y vernos reflejados en otros individuos. Básicamente, es lo que usamos durante los primeros años de vida para aprender por imitación.

Se llama empatía física o empatía por el dolor espejo: si María perdió a un ser querido, y lo procesa en llanto inconsolable con dolores de cabeza, a Juan (su mejor amigo) también le asalta una migraña mientras llora consternado.

De hecho, hay evidencia de que muchos hombres perciben en sus entrañas los dolores de parto, lo cual manifiesta una profunda conexión mental, física y espiritual con su pareja.

Así que ya entiendes por qué lloras, sufres, te acongojas y te duele el cuerpo cuando un amigo o no hace lo mismo… O porque te punza el hombro derecho… Cuando tu amiga lo resiente en el izquierdo.