El dinero está asociado con la visión materialista que tenemos de las cosas. La manera en cómo gestionamos nuestro patrimonio habla de cómo somos y de cuál es nuestra relación emocional y psicológica con el dinero.
Para algunos llega de manera fluida, para otros, viene condicionado por la culpa, el temor, el rechazo o la evasión. Estas creencias limitantes hacen que se generen todo tipo de conflictos con el dinero.
Por esto es tan importante construir una psicología del dinero, ya que todos los conflictos no vienen de la economía, sino de nuestra psicología.
Sí, así como lees. Ninguna dificultad que puedas tener se trata de lo mucho o poco que gastas. La respuesta se encuentra en los procesos mentales que se activan en las personas cada vez que se habla de dinero.
¿Cuál es tu relación emocional con el dinero?
¿Cómo percibes el dinero desde que eras pequeño?
Son preguntas que debes hacerte para entender de lo que estamos hablando.
Tiene que ver con creencias, convicciones, disposiciones e inclinaciones que han sido fijadas en ti desde tu infancia y que se convierten en un patrón en tu adultez.
Te explico. Estas son solo algunas de las creencias limitantes que emergen en el inconsciente desde tu infancia:
El dinero es malo
Es difícil conseguirlo
El dinero no da la felicidad
Para tener dinero hay que sufrir
¿Consecuencias? Malas inversiones, falta de disciplina y malos hábitos con el dinero, derroche, escasez, inexistencia, etc.
¿Es posible revertir esta situación? ¡Por supuesto que sí!
Lo primero es tomar consciencia de estos patrones dañinos, entendiendo que existen y que estos problemas afectan a nuestro entorno. Una relación más sana con el dinero es posible si entendemos la importancia que tiene generarlo, gestionarlo y disponerlo para mejorar nuestra calidad de vida.