Ciudad de México | 2024-11-05
Silvana Estrada, artista de Coatepec, Veracruz, ha forjado su camino en la música desde muy joven, influenciada por el son jarocho y un entorno familiar profundamente vinculado a la creación musical.
Creció en un hogar donde los sonidos de los instrumentos de cuerda resonaban a diario. Sus padres son músicos, dedicados a la construcción de violines, violas y contrabajos.
¿Cómo se entrelazaron la poesía y la música en su vida? Desde pequeña, Silvana se sintió conmovida por la sensibilidad de la poesía y la música. Su conexión con la palabra la llevó a devorar libros de autores como Miguel, Hernández, José Carlos Becerra, Pablo Neruda y Alejandra Pizarnik.
Recuerda que lloraba al leer textos que le calaban hondo, como "Elegía" de Miguel Hernández. Esa sensibilidad se reflejaría más tarde en sus composiciones, donde las letras juegan un papel crucial.
Sin embargo, fue el descubrimiento del jazz lo que profundizó su relación con la música. Inspirada por grandes del género como Nina Simone, Estrada aprendió a improvisar y estructurar armonías, descubriendo una nueva faceta de su voz a través de la trompeta.
La llegada del cuatro venezolano a su vida marcó un punto de inflexión en su proceso creativo. A diferencia del piano, donde había estudiado mucha teoría, el cuatro le permitió experimentar sin restricciones, lo que la llevó a componer de manera más libre.
Fue con este instrumento que logró unir su amor por la poesía y la música, creando canciones que resonaban con su alma.
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Para Silvana, este álbum representa un antes y un después en su carrera, una obra que marcó el fin de un ciclo y el inicio de una nueva etapa. Actualmente, se encuentra trabajando en su próximo proyecto, sin prisas, permitiéndose redescubrir quién es ella frente a sus nuevas canciones.