Ciudad de México | 2024-12-05
En el repertorio de frases que conforman el imaginario popular mexicano, "Matanga dijo la changa" ocupa un lugar especial. Su uso, cargado de humor y sarcasmo, se ha convertido en una respuesta habitual cuando alguien pierde algo a manos de otro.
Aunque para muchos esta expresión parece un simple juego de palabras, su trasfondo revela una historia compleja que conecta las raíces afrodescendientes de México, la influencia cultural de Veracruz y la evolución del lenguaje en contextos de resistencia y adaptación.
¿Qué hay detrás de esta frase? El origen de Matanga dijo la changa puede rastrearse a la época colonial en Veracruz, un puerto clave en la llegada de esclavos africanos al continente americano.
Durante más de 150 años, México fue un importante receptor de esclavos, quienes trajeron consigo tradiciones, música y expresiones culturales que se entrelazaron con las costumbres indígenas y españolas.
La palabra "matanga" parece estar vinculada a las danzas y ritmos africanos que se practicaban en las festividades locales, mientras que "changa", de manera despectiva, era utilizada para referirse a personas que aprovechaban un descuido para beneficiarse de otros.
Juntas, estas palabras formaron una frase que inicialmente tenía un matiz peyorativo pero que, con el tiempo, fue resignificada por la cultura popular mexicana como una expresión de humor y picardía.
Veracruz, conocido por su riqueza multicultural, registró un intercambio cultural único. Los esclavos africanos que llegaban a sus costas influyeron profundamente en la música, la danza y hasta en el lenguaje.
Según algunos historiadores, "matanga" podría haber sido una adaptación de términos o conceptos ligados a la cultura africana, reinterpretados en el contexto colonial.
La expresión habría surgido en un ambiente donde los esclavos, a través de sus danzas y tradiciones, buscaban preservar su identidad cultural. Sin embargo, los colonizadores deformaron y adoptaron estas manifestaciones para burlarse de las costumbres africanas, utilizando términos como "matanga" y "changa" para describir el dinamismo de sus bailes.
En el siglo XX, "Matanga dijo la changa" trascendió sus orígenes históricos para instalarse en la cultura popular.
Además, la música también jugó un papel importante en su expansión. Durante los años 80 y 90, varios artistas incorporaron la frase en canciones de ritmos tropicales, especialmente en cumbias y sones, géneros que tienen fuertes raíces veracruzanas.
Uno de los momentos más notables fue el lanzamiento del álbum Matanga por el grupo Mono Blanco, que celebraba la conexión entre la música afrodescendiente y las tradiciones veracruzanas.
Aunque la frase ha evolucionado con el tiempo, su esencia parece mantenerse: una mezcla de humor, resignación y aceptación. Cuando alguien dice "Matanga dijo la changa" tras perder algo, no solo reconoce la situación, sino que lo hace con un tono sarcástico que convierte la pérdida en algo anecdótico.
En este sentido, la frase refleja una característica profundamente mexicana: la capacidad de encontrar humor incluso en las adversidades.
En un país donde la ironía es una herramienta para sobrellevar los retos, "Matanga dijo la changa" se convierte en un emblema cultural que representa tanto la astucia como la aceptación de lo inevitable.
Para los expertos en historia y cultura afrodescendiente en México, "Matanga dijo la changa" tiene influencia africana que a menudo ha sido ignorada en el relato oficial del país.
Más allá de su uso cotidiano, esta expresión encapsula siglos de historia, resistencia y adaptación cultural. Al recordar su origen, la frase adquiere un nuevo significado: no solo es un guiño cómico en conversaciones informales, sino también un reflejo de una historia que merece ser contada.
Veracruz, con su rica herencia cultural, figura en el origen de expresiones que conectan a México con sus raíces africanas.