Mérida, Yucatán | 2023-01-03
Indígenas de Pisté, Xcalacoop, San Felipe y otras comunidades aledañas a la zona arqueológica de Chichén Itzá anunciaron la toma de las instalaciones, a partir de mañana miércoles, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Mérida, capital de Yucatán.
Aunque la manifestación en carreteras resulta costosa para los campesinos, guías de turistas, comerciantes y artesanos, "porque no estamos trabajando", señalaron que la movilización que surgió el lunes para destituir al director del sitio Chichén Itzá, Marco Antonio Santos Ramírez, "sigue más firme que nunca".
Por su parte, Juan Cristóbal Orozco contó a EFE que intentó acercarse a los manifestantes para entablar una mesa de diálogo para poner fin al conflicto que empieza a generar millonarias pérdidas económicas al INAH y a la administración del gobernador Mauricio Vila, a través del Patronato de las Unidades de Servicios Culturales y Turísticos (Cultur).
Los campesinos acusan al funcionario de sostener reuniones "en lo obscurito" con el director de Chichén Itzá, autoridades de Pisté y artesanos que no estaban involucrados en la protesta, "quieren que nos enfrentemos, pero hay unión entre indígenas para que recuperemos la zona arqueológica".
El cierre de la carretera Valladolid-Mérida, a la altura de Xcalacoop y Pisté, afecta a los turistas, aunque la zona arqueológica de Chichén Itzá sigue abierta y resguardada por 50 agentes de la Guardia Nacional, quienes llegaron al lugar para evitar que los indígenas tomen el acceso principal a la milenaria ciudad maya que guarda en su interior tesoros arquitectónicos.
En Chichén Itzá, cuyas tarifas de acceso para extranjeros asciende a 576 pesos, 258 pesos para mexicanos y 90 pesos para originarios de Yucatán, las pérdidas al día por el bloqueo serían de 2.6 millones de pesos, que en promedio entran de 3 mil a 10 mil personas.
Integrantes del movimiento campesino minimizaron la presencia de la Guardia Nacional en el sitio que resguarda el Castillo de Kukulcán, nombrada en 2007 como una de las nuevas maravillas del mundo moderno, "no entraremos en conflicto, pero tampoco dejaremos pasar a los turistas".
Servidores turísticos de Quintana Roo y Yucatán que no pudieron ingresar por segundo día a la zona arqueológica de Chichén Itzá se desviaron a otro sitio que muestra el esplendor de la cultura maya: Ek Balam.