Ciudad de México | 2025-02-01
En medio de tensiones comerciales crecientes, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha dado una respuesta a la imposición de aranceles por parte del presidente Donald Trump.
El Gobierno mexicano ha anunciado que aplicará medidas arancelarias y no arancelarias en respuesta a la decisión de Estados Unidos de gravar con un 25% las importaciones de México y Canadá, y con un 10% a los productos provenientes de China.
Trump justificó sus decisiones alegando que el gobierno mexicano "protege a los grupos delictivos" y facilita la fabricación y transporte de narcóticos, con especial énfasis en que los cárteles mexicanos son los principales responsables del tráfico de fentanilo y metanfetaminas.
Según el mandatario, esto pone en riesgo la integridad de los ciudadanos estadounidenses y afecta gravemente la economía local.
Claudia Sheinbaum desestimó estas acusaciones, calificándolas de infundadas y calumniosas. La mandataria resaltó que, en el marco de su administración, se han incautado en apenas cuatro meses más de 40 toneladas de drogas, entre ellas 20 millones de dosis de fentanilo, y se han detenido a más de 10,000 personas vinculadas al narcotráfico.
Sheinbaum argumentó que, si Estados Unidos quisiera combatir de verdad el consumo de fentanilo, debería centrarse en erradicar la venta de estupefacientes en sus propias ciudades y abordar el lavado de dinero que propicia la actividad ilegal.
Como parte de su propuesta, invitó a Donald Trump a establecer una mesa de trabajo que reúna a expertos en seguridad y salud pública para diseñar soluciones conjuntas.
En paralelo, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció que se pondrá en contacto próximamente con Sheinbaum para discutir la situación, en un intento por coordinar una respuesta bilateral ante las medidas arancelarias.
Por su parte, Marcelo Ebrard, secretario de Economía, aseguró que el gobierno mexicano presentará un plan de acción detallado en los próximos días, reiterando el compromiso de la nación para contrarrestar lo que consideran una estrategia proteccionista de Estados Unidos.
La imposición de estos aranceles ha generado preocupación en los mercados internacionales, pues podrían desencadenar represalias que afecten no solo a México y Canadá, sino también a la economía estadounidense.
Economistas advierten que el incremento de precios en sectores clave, como el automovilístico y el energético, podría tener un efecto dominó en la cadena de suministro global, aumentando la inflación y ralentizando la recuperación económica.