| 2025-01-07
Un sismo de magnitud 7.1 dejó una estela de destrucción en el Tíbet, cobrándose la vida de al menos 95 personas y causando heridas a otras 130.
La catástrofe tuvo lugar el 7 de enero, con epicentro ubicado en el condado de Tingri, cerca del monte Everest. Las ondas del terremoto se sintieron no solo en China, sino también en Nepal y partes de India, provocando alarma en toda la región.
En la región de Shigatse, hogar de 800,000 personas y considerada un centro espiritual del budismo tibetano, las imágenes hablan por sí solas.
Videos difundidos por medios estatales muestran casas reducidas a escombros, mientras equipos de rescate trabajan contrarreloj para brindar ayuda.
Los bomberos locales entregaron mantas a los sobrevivientes que permanecen a la intemperie en medio del crudo invierno.
La magnitud del desastre llevó a las autoridades chinas a cerrar la región al turismo, según informó la agencia Xinhua. Shigatse, conocida por ser la sede del Panchen Lama, se enfrenta no solo a pérdidas materiales, sino también al dolor colectivo de sus habitantes.
El líder espiritual del Tíbet, el Dalai Lama, expresó su solidaridad desde el exilio:
"Ofrezco mis oraciones por aquellos que han perdido la vida y extiendo mis deseos de una pronta recuperación a todos los heridos"
El terremoto no solo sacudió la tierra, sino también los corazones de quienes están cerca y lejos. Mientras las autoridades trabajan en la recuperación, el mundo observa conmovido este trágico episodio en una de las regiones más sagradas del planeta.