¿Qué puedo desayunar si tengo higado graso?, checa esto

El higado graso requiere una dieta adecuada para evitar su progresión ¡toma nota!

Xalapa | 2024-08-23

La esteatosis hepática, comúnmente conocida como hígado graso, es una enfermedad que afecta a uno de los órganos más importantes del cuerpo: el hígado. Este órgano es crucial para diversas funciones, como la filtración de la sangre, el metabolismo de hormonas, la regulación de glucosa, y la desintoxicación del cuerpo de sustancias nocivas.

¿Qué es el hígado graso?

El hígado graso se caracteriza por un aumento anormal de los depósitos de grasa en el hígado. Las causas pueden variar, pero es una enfermedad hepática crónica que, si no se controla, puede evolucionar a problemas de salud más graves.

Tipos de hígado graso:

- Hígado graso alcohólico: Relacionado con el consumo excesivo de alcohol.

- Hígado graso no alcohólico: Causado principalmente por el sedentarismo y la sobrealimentación, con dietas ricas en grasas y pobres en fibra.

Para combatir el hígado graso, es esencial ajustar la dieta según el tipo de hígado graso:

- Hígado graso alcohólico: Reducir o eliminar el consumo de alcohol y personalizar la dieta según las necesidades proteicas y calóricas.

- Hígado graso no alcohólico: Adoptar una dieta mediterránea rica en fibra, mantener un peso saludable, y realizar ejercicio físico regularmente.

¿Qué puedo desayunar si tengo hígado graso?

- Frutas y hortalizas: Al menos 5 raciones al día.

- Legumbres: 3 a 4 veces por semana.

- Cereales de grano entero: Diariamente, ajustados a la restricción calórica.

- Alimentos bajos en grasas saturadas y ricos en omega-3: Pescados azules, frutos secos y semillas oleaginosas.

- Lácteos fermentados: Yogur o kéfir.

- Aceite de oliva virgen extra: Como grasa principal.

- Café: 2-3 tazas al día, ya que el consumo moderado puede beneficiar al hígado.

Alimentos que debes evitar ¡atención! 

Evita la carne roja, los panes, pastas, pasteles, dulces y chocolates, y consume vino con moderación si es necesario.

- Alimentos y bebidas azucaradas.

- Alimentos ricos en grasa, especialmente de origen animal.

- Sal en exceso.

El hígado graso es una condición común que requiere una dieta adecuada para evitar su progresión. La dieta mediterránea, rica en grasas monoinsaturadas y omega-3, y baja en carbohidratos, es ideal para quienes padecen esta condición.

¿Qué te parece? 

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