Xalapa | 2024-07-03
En un giro inesperado que ha conmocionado a la comunidad tecnológica, un robot del Ayuntamiento de Gumi, una ciudad de Corea del Sur, ha sido protagonista de un incidente que algunos han denominado el primer "suicidio" de un robot ¿pero qué tan real es?, esto sabemos.
El 1 de julio, el robot, fabricado por Bear Robotics y parte del equipo municipal desde agosto de 2023, se habría lanzado por las escaleras del edificio del ayuntamiento, un acto que ha generado un sinfín de debates sobre la inteligencia artificial y la ética en la robótica.
El robot, cuyas funciones incluían la entrega de documentos y la promoción de la ciudad, operaba de 9:00 a 18:00 horas. Testigos del suceso informaron que el robot comenzó a dar vueltas en un mismo sitio antes de su caída, lo que ha llevado a muchos a cuestionar la naturaleza del incidente y si podría considerarse un "suicidio".
Las autoridades locales y los expertos en robótica están investigando las causas que llevaron al robot a caer por las escaleras. Mientras tanto, las partes del robot involucradas en el accidente han sido recuperadas y están siendo analizadas por los fabricantes para determinar la causa exacta del suceso.
Este evento no solo ha suscitado preguntas sobre las condiciones laborales y el nivel de estrés que podría haber enfrentado el robot, sino que también ha abierto un debate sobre la seguridad y el bienestar de los robots en entornos laborales.
Corea del Sur es conocida por su avanzada adopción de tecnología robótica y por tener la mayor densidad de robots industriales del mundo, pero también por enfrentar un desafío de salud pública durante varios años, puesto que cuenta con la tasa más alta de suicidios entre los países desarrollados.
Con un promedio de 36 personas, los coreanos toman la decisión de quitarse la vida todos los días, convirtiéndose en la principal causa de muerte en el país, pues además se encuentran entre los países con mayores jornadas laborales, con hasta 52 horas semanales.
Mientras tanto, el Ayuntamiento de Gumi ha declarado que no tiene planes de adquirir un segundo robot oficial por el momento, reflejando la profunda huella que este incidente ha dejado y las consideraciones futuras sobre la integración de robots en roles administrativos.
Este suceso marca un momento significativo en la historia de la robótica y plantea interrogantes fundamentales sobre la relación entre los humanos y las máquinas, así como sobre el camino a seguir en la reducción de las jornadas laborales y la integración de la inteligencia artificial en la sociedad.