Xalapa | 2024-12-26
El 26 de diciembre se celebra a San Esteban, considerado el "primer mártir cristiano" y una figura clave en los inicios de la Iglesia Católica. Esta fecha, que sigue al día de Navidad, rinde homenaje a su valentía, fe y sacrificio en defensa de la doctrina cristiana.
San Esteban fue uno de los primeros siete diáconos elegidos por los apóstoles en Jerusalén, según se relata en los Hechos de los Apóstoles. Su misión principal era asistir a los más necesitados y colaborar en el ministerio apostólico.
Conocido por estar lleno de fe y del Espíritu Santo, San Esteban predicaba con fervor el mensaje de Cristo, lo que le valió la oposición de ciertos sectores judíos. Fue acusado de blasfemia y llevado ante el Sanedrín, donde pronunció un poderoso discurso que repasaba la historia de Israel, denunciando la incredulidad de quienes no reconocieron a Jesús como el Salvador. Este acto lo llevó a ser condenado a muerte por lapidación.
Antes de morir, San Esteban tuvo una visión celestial: afirmó ver a Jesús en la gloria, sentado a la derecha del Padre, y oró por el perdón de sus perseguidores. Su martirio marcó un hito como el primer seguidor de Cristo en dar su vida por la fe.
La Iglesia Católica estableció el día 26 de diciembre para honrar a San Esteban como parte de la tradición litúrgica de recordar a aquellos que entregaron sus vidas por el Evangelio. Esta celebración, que sigue inmediatamente al día de Navidad, resalta la conexión entre el nacimiento de Cristo y el testimonio de quienes dieron su vida para proclamarlo como Salvador.
San Esteban es el santo patrono de diversas profesiones y causas, como canteros, albañiles, carpinteros, sastres y tejedores. También es invocado como protector contra dolencias como la pleuresía y los dolores de cabeza, y para pedir ayuda en situaciones urgentes.
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En este día, los fieles suelen rezar a San Esteban, pidiendo su intercesión y siguiendo su ejemplo de fe:
"Señor, que diste al diácono San Esteban un amor ardiente por tu Evangelio y la valentía para proclamar que Jesús es el Salvador del mundo, te pido que, siguiendo su ejemplo, pueda yo predicar tu palabra, sobre todo con mis buenas acciones. Amén."