México | 2023-09-01
Ante los reclamos de representantes de China y las dos Coreas por el vertido de agua de los reactores de la central de Fukushima al mar, las autoridades de Japón hacen hasta lo imposible por mostrar que esta acción no tiene ningún tipo de riesgo ambiental.
La acción más reciente fue protagonizada por el primer ministro japonés, Fumio Kishida, quien probó un poco de pulpo presuntamente pescado en la región de Fukushima, para demostrar que no tienen radioactividad.
En un evento realizado en uno de los mercados de pescados más grandes del mundo, ubicado en Tokio, Kishida y tres secretarios del gobierno nipón quisieron mostrar que consumir productos alimenticios de la región de Fukushima es seguro para las personas.
"Es importante demostrar que es seguro, basado en evidencia científica, y comunicar activamente esta información tanto dentro como fuera de Japón", señaló Yasutoshi Nishimura, ministro de Economía e Industria.
Considerada una de las peores catástrofes nucleares de la historia, solo detrás de la explosión de Chernobyl, el accidente en la central nuclear de Fukushima, tras un sismo y un tsunami que azotó la región, ha dejado una huella indeleble en la población.
Una de las acciones indispensables para seguir con el desmantelamiento de la central es extraer el agua que se empleaba para enfriar los reactores, en una acción que podría incluso durar décadas y la cual ha sido vista con desconfianza por los vecinos de Japón.
La decisión de verter el agua en el mar ha despertado numerosas protestas tanto en Corea del Sur como en China, además de reacciones airadas de ambos gobiernos y de los líderes de Corea del Norte.