Ciudad de México | 2025-01-03
La Rosca de Reyes es una tradición que ha trascendido generaciones, uniendo familias y culturas.
Su origen se remonta a la Edad Media, cuando en el siglo XIV se popularizó en países europeos como Francia y España. Con la llegada de los conquistadores, esta práctica se arraigó en México, donde adquirió un significado cultural único.
El pan circular representa el amor eterno de Dios, sin principio ni fin, mientras que las frutas cristalizadas que lo adornan simbolizan las joyas de las coronas de los Reyes Magos.
Dentro de la rosca, las pequeñas figurillas del Niño Jesús recuerdan la protección que se le brindó en sus primeros días de vida.
La tradición se basa en el relato bíblico de los Reyes Magos, quienes siguieron una estrella desde Oriente hasta encontrar al Niño Jesús.
En México, quien encuentra una de las figuras escondidas se compromete a preparar tamales para el 2 de febrero, Día de la Candelaria, creando un vínculo entre ambas celebraciones.
Aunque la esencia de la Rosca de Reyes permanece intacta, su aspecto ha evolucionado.
Ahora, se emplean frutas cristalizadas o caramelizadas como alternativas sostenibles.
Además, las variaciones en el sabor del pan se han multiplicado: chocolate, nuez, mantequilla e incluso rellenos de nata o crema batida son algunas de las opciones modernas que personalizan esta tradición.