Xalapa | 2024-07-08
Coca Cola es posiblemente la marca de bebidas gaseosas y azucaradas más poderosa del mundo, con un patrimonio y ventas de millones de dólares y miles de clientes servidos por día.
En la sociedad mexicana, el consumo de esta bebida es algo muy normalizado, pero su enorme popularidad no borra el hecho de que ingerirla de forma excesiva puede provocar daños a la salud a largo plazo.
Por instrucciones de la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA por sus siglas en inglés), Coca Cola deberá eliminar de sus bebidas el aceite vegetal bromado, ingrediente que se encargaba de distribuir su sabor, pero del cual se detectaron efectos nocivos en el cuerpo humano, debido a contener bromo, químico usado en los retardantes del fuego.
Sin embargo, a la par de tantos análisis e inspecciones, un elemento simple y básico en la preparación de esta bebida puede conllevar uno de sus efectos más nocivos, como lo es el azúcar.
En una lata de 355 ml de refresco, están presentes alrededor de 39 gramos de azúcar, lo que equivaldría a alrededor de 10 cucharaditas de 4 gramos cada una.
Es bien sabido que el ácido fosfórico es un ingrediente importante en la Coca Cola (el cual también puede tener efectos nocivos, de los que se hablará después), pues, sin él, el cuerpo humano sería incapaz de digerir la cantidad de azúcar.
Pero lejos de ser algo positivo, el hecho de que sea posible esta ingesta de azúcar contribuye al potencial desarrollo de enfermedades como la diabetes tipo 2 o la obesidad, pues se ingieren demasiadas calorías sin los suficientes nutrientes.
El consumo excesivo de azúcar también se relaciona con los problemas cardiacos, pues provocan un aumento de la presión arterial. Y el efecto nocivo más conocido de esta bebida son los problemas renales, pues la fructosa incrementa la producción de ácido úrico, contribuyendo a la formación de cálculos renales.
Erradicar el consumo de esta bebida es casi imposible entre la sociedad, pero sí es importante (y vital) moderar su ingesta por el bien de la salud propia.
Por ello, se recomienda priorizar e incrementar el consumo de agua natural, pues contrario a la Coca Cola, esta trae consigo beneficios como hidratación, limpieza de toxinas en los riñones, facilita la digestión y mejora el desempeño físico.