Misantla | 2025-03-04
Cada primer viernes de marzo, la medicina tradicional honra una de sus festividades más significativas: la Fiesta de las Plantas, un evento profundamente arraigado en las prácticas de los pueblos indígenas, durante este día, se realizan limpias, vaticinios y la preparación de amuletos con el propósito de fortalecer el bienestar físico, emocional y espiritual de las personas.
Luis Enrique Sánchez Borjas, reconocido médico tradicional y chamán de Misantla, explicó la importancia de esta fecha para la comunidad: "Es un día especial dentro del mundo de la medicina tradicional porque se fortalecen las prácticas que buscan la armonización del cuerpo y del espíritu, aquí en Misantla, se utilizan más que nada para cuestiones de salud y protección, ayudando a quienes buscan alivio en enfermedades físicas o apoyo emocional en tiempos difíciles", detalló.
Desde muy temprano, familias enteras se preparan para llevar a cabo rituales que han sido transmitidos de generación en generación, antiguamente, las abuelas eran las encargadas de recolectar azahar, mezclarlo con otras hierbas y preparar protecciones para los hogares, entre los elementos más representativos de esta tradición se encuentra la sábila decorada con listones rojos, chiles, ajos y herraduras, un amuleto ancestral que protege contra malas energías.
El uso de hierbas, esencias y preparados curativos ha sido parte fundamental de la medicina tradicional, Sánchez Borjas explica que dentro de estas prácticas se encuentran los famosos "espíritus de untar", vinos aromáticos y mezclas herbales con efectos tanto esotéricos como medicinales:
"Desde siempre se ha recurrido a la farmacopea antigua para elaborar preparados con propiedades curativas y de protección, muchas de estas plantas no solo tienen un significado ritual, sino que también fortalecen el organismo", señaló.
Uno de los rituales más practicados en este día es la limpia energética, en la que se emplean ramos de hierbas especiales para absorber las energías negativas, también se realizan baños con infusiones de plantas combinadas con aromas cítricos y esencias florales, los cuales se consideran esenciales para la purificación y el equilibrio del cuerpo y el espíritu.
A diferencia de otras regiones como Catemaco, donde el primer viernes de marzo se ha vinculado más con la brujería y el esoterismo, en Misantla la festividad mantiene un enfoque en la preservación del conocimiento indígena y la medicina tradicional, para Sánchez Borjas, la transmisión de estos saberes es fundamental: "Aquí aún conservamos el uso de costumbres heredadas de nuestros ancestros, es fundamental que nuestros hijos y nietos continúen participando en estas prácticas, no solo como creencias, sino como parte de nuestra cultura y cosmovisión", enfatizó.
Los médicos tradicionales juegan un papel clave en la preservación de este conocimiento, siendo los guardianes de prácticas que han perdurado a lo largo del tiempo, muchas familias siguen acudiendo a ellos en busca de orientación y soluciones naturales para diversas dolencias: "Los chamanes y curanderos hemos aprendido a interpretar los signos del cuerpo y del espíritu, y a utilizar las herramientas que nos ofrece la naturaleza para sanar", agregó.
A pesar de los avances en la medicina moderna, la medicina tradicional sigue ocupando un lugar importante en la vida de quienes buscan un vínculo más profundo con sus raíces, la celebración del primer viernes de marzo continúa siendo un momento de respeto y renovación, donde los saberes ancestrales encuentran su espacio en la cotidianidad de muchas personas.