Misantla | 2025-01-01
En un mensaje cargado de esperanza y fe, el cura Joaquín Sánchez García, encargado de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción en Misantla, compartió una reflexión profunda sobre el significado del cierre del año 2024 y el inicio de un nuevo ciclo en 2025.
Durante su intervención, destacó la importancia de este momento como una doble celebración: la continuidad de la Navidad, con el nacimiento de Jesús como "Dios con nosotros", y la oportunidad de agradecer a Dios por las bendiciones recibidas durante el año que culmina.
El padre Joaquín reconoció que el 2024 fue un año de retos, marcado por ilusiones cumplidas, metas alcanzadas, momentos difíciles, y pruebas de fe, sin embargo, lo describió también como "un año de gracia", en el que, con la ayuda divina, se lograron superar adversidades y se vivieron grandes bendiciones.
"La vida nos sorprende con enfermedades y descalabros, pero también nos llena de oportunidades para crecer y fortalecer nuestra fe", mencionó.
El sacerdote pidió a la comunidad a recibir el nuevo año con gratitud, entendiendo el tiempo como un regalo divino y una oportunidad para sembrar buenas acciones, en sus palabras, "cada día es un saco de semillas que podemos aprovechar para lograr la mejor cosecha de nuestras vidas".
Además, enfatizó la importancia de reconciliarse con los demás, amar incondicionalmente, y utilizar este tiempo para ser mejores seres humanos, "el tiempo no es solo oro; es gracia, es amor, y depende de nosotros convertirlo en un tiempo vivo".
El padre Joaquín también invitó a las familias a fortalecer sus lazos, a los jóvenes a valorar su etapa de vida y dedicarse a su preparación, y a los mayores a compartir su sabiduría con las nuevas generaciones, "dediquemos este año a amar más, a reconciliarnos, y a trabajar por nuestra felicidad y la de quienes nos rodean", expresó.
Al concluir su mensaje, subrayó que para que el 2025 sea un año lleno de paz, salud y unidad, es imprescindible vivir cerca de Dios, "lejos de Él, perdemos la paz; pero cerca, encontramos la luz necesaria para enfrentar cualquier desafío", afirmó.
Con esta reflexión, el padre Joaquín animó a la comunidad a comenzar el nuevo año con esperanza y con el compromiso de actuar con responsabilidad y amor, poniendo sus vidas y proyectos en manos de Dios.
"Que este 2025 sea un año lleno de bendiciones y de oportunidades para cumplir nuestra misión en la tierra", finalizó.