Xalapa | 2025-01-04
En el padrón electoral del estado de Veracruz no solo se registran millones de ciudadanos con derecho al voto; también se dibuja un retrato peculiar y diverso de su población.
Sergio Vera Olvera, vocal del Registro Federal de Electores (RFE), compartió recientemente datos sorprendentes que destacan la riqueza cultural, histórica y demográfica de este estado.
Con 6,086,937 ciudadanos inscritos en el padrón electoral, Veracruz revela algunas peculiaridades que lo hacen único. Por ejemplo, los nombres más comunes: el nombre femenino más común en el estado es "Lupita", con 44,614 mujeres que lo llevan.
Por otro lado, entre los hombres, "José Luis" es el nombre que predomina, con 35,977 registros.
Sin embargo, es en los nombres compuestos donde la sorpresa alcanza otro nivel: 385 personas comparten el nombre de "Juan Hernández Hernández", mientras que 333 mujeres llevan el nombre de "María Hernández Hernández".
El apellido más frecuente es Hernández.
Los datos, más allá de las cifras, pintan un retrato del estado como un lugar de contrastes y diversidad.
Desde los nombres que predominan hasta las historias de quienes han superado barreras para ejercer su derecho al voto, el padrón electoral de Veracruz es un espejo que refleja la esencia de su gente: resiliente, diversa y llena de matices.
El padrón electoral también guarda espacio para historias inusuales. En Veracruz, 18,333 duplas de gemelos están registradas, un dato que revela la extensión de los lazos familiares en la región.
Además, 389 ciudadanos nacieron un 29 de febrero, un detalle que los hace especiales, ya que celebran su cumpleaños cada cuatro años.
En un guiño a la longevidad, el estado cuenta con 293 personas de 100 años o más, siendo Pánuco, Minatitlán, Papantla y Poza Rica los municipios que concentran la mayoría de estos casos.
Entre las cifras más sensibles destacan las 973 personas en Veracruz que viven en postración. A pesar de las limitaciones físicas, 256 de ellas participaron en la última elección, gracias al esfuerzo del INE, que trasladó las urnas hasta sus hogares.
Este derecho, garantizado con el apoyo de familiares que gestionan el trámite en módulos cercanos, refleja el compromiso por mantener la inclusión democrática.